12 de febrero

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Quedaban dos días para que Raven se llevara un regalo bonito, una declaración y alguna que otra sorpresa.

Beast Boy estaba inquieto pues tenía todo en mente para ese día. Le faltaban hacer unas que otras llamadas y pedirle ayuda a su mejor amigo Cyborg pero ya estaba casi todo. Mañana, día 13, iba a preparar las cosas para que el 14 sólo fuera montar y demás. 

Estaba nervioso pues la declaración era lo que más miedo le daba de todo. No sabía si ser cursi o no, si añadir cosas o quitarlas... Y lo peor, no sabía si ella aceptaría o lo rechazaría. Era un saco de nervios. 

—¿Qué debo hacer hoy? -se preguntaba en su cama. 

Hoy tendría que ser un regalo ligero para mañana hacer algo con lo que se descubriera ya quién era pero aún así diría lo contrario. Aunque ya sabía que ella lo sabía.

Su mente brilló con hacer algo un poco típico pero que quizás le gustaría. 

...

—¡Chocolates! -nuestro amigo verde se había preparado para salir y estaba en una tienda de dulces pidiendo, pues eso, chocolatinas.

—¿Pero cómo las quiere? -la dependienta preguntaba algo obvio ya que él había llegado y había dicho eso de repente. 

—Bueno, no de esas. -señaló a las típicas que venden en estas fechas, llenas de color rojo y rosa y corazones. Estaban en una estantería en la entrada. 

—Entonces... ¿Estas mismas? -le mostró unas redondas envueltas en colores.

—¡Perfectas! Ponme 10.

En esto la chica sacó una pequeña bolsa donde las metió. Beast Boy pagó y fue en busca de un tarró en dónde meterlas. 

Después de buscar entre tiendas pudo ver un tarro de vidrio que le gustó bastante. Lo compró y puso las chocolatinas dentro. La bolsa la guardó para reciclarla. 

Caminó hacia la torre hasta llegar a ella y sin que Raven le viera pasó a su habitación para ponerle dos etiquetas.

Metió dentro la carta de siempre de un regalo más y fuera puso una en donde ponía "Abréme si necesitas subir el ánimo" ya que ella siempre iba con ánimos bajos.

La envolvió en un papel blanco con puntos dorados y lo dejó de bajo de la puerta.

Sólo quedaba esperar.

...

Pasó el rato y Beast Boy había salido con Cy a entrenar. Raven iba a su cuarto después de leer el libro regalado ayer y se encontró con el pote, justo antes de pisarlo sin querer.

Lo leyó y comió para probar que estaban buenos. Y así era.

La medio demonio sonrió y se alegró pero seguía sin estar feliz... No quería enamorarse por miedo.

Intentando conquistarte |BBRaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora