❇ Fragmentos de espontaneidad y rímel con disfraz de perro ❇
Es cerca de las cuatro de la tarde, después de que Masaru se disculpara con el personal, que la chica de nombre Yaoyorozu se va con el alien que tiene por bebé, y el oficial, a un paradero que Katsuki desconoce.
Es cerca de las cuatro y media cuando va a recoger a Riot de la casa de Toshinori, quien había accedido a cuidarla.
Es a las cinco cuando su bandeja está repleta de mensajes de Jirou y Kaminari preguntando su estado, de manera muy insistente.
Es a las siete cuando se despierta luego de su corta siesta en el sofá, sin que aún Masaru estuviera en la residencia y con nuevos mensajes de sus amigos luego de contarles todo.
Camina por el corto recorrido a la escalera y empieza a subirla, pasando al lado de los cuadros colgados junto a títulos y premios que, en su mayoría, no van dirigidos a él. Pasa al lado de las flores disecadas en las paredes en sus respectivos cuadros, por las fotos familiares y aquella horrible pintura de la flor de la maracuya, de la cual no quiere recordar el nombre si es que posee uno.
Llega a su cama y la nota destendida. No puede evitar sentir el enojo en su interior y sin medirse simplemente tira de una patada la silla de su escritorio, al lado de la entrada. Cambia las sábanas con furia, las sacude con fuerza contra el aire y con cada sábana acomodada de manera perfecta procura agregarle una buena porción de su perfume, aún si lo termina acabando.
Siente como si su habitación no fuera más suya y empieza a esparcir el perfume por todos lados, empieza a acomodar todo de manera que parezca de su agrado e incluso cambia la posición de su cama y considera seriamente el botar, o no, la ropa que uso la azabache hace algunas horas como pijama. Su ropa.
Le da comida a Riot quien solo espera su alimento para ir a dormir, arregla el jardín deshaciéndose de las hojas caídas del árbol y recoge alguna popó esparcida, cortesía de su mascota, sin ninguna pizca de asco. Y al final decide por vestir una de sus pijamas para dormir, para más comodidad.
Es a las siete y cincuenta que decide comer un poco de lo que sea que haya en la nevera. Solo encuentra jamón y queso para su agrado y, sin molestarse en hacerse un sándwich, los enrolla entre sí para comerlos.
Va de nuevo a su habitación y recuerda que no ha respondido los mensajes. Decide enviar lo mismo al idiota y a la plana, una respuesta vacía y que esperaba que se conformaran con eso.
"Ya se fue. El viejo se la llevó con el alien. Es todo"
Idiota:
- Osea, ¿El bebé se fue? Dios viejo, NO TENDRE HIJOS. Gracias a dios ya acabo :p
7:59 p.m.Tabla:
- Entonces, ¿Todo bien? Espero respondas rápido, mamá tenia una presentación y tome mi teléfono a escondidas. Mañana te explico, pero espero todo este bien
8:00 p.m.Es a las diez y media que escucha la puerta siendo abierta. Sabe que es Masaru, y todo se confirma mejor cuando el tocadiscos empieza a sonar en el piso de abajo.
Es entonces cuando se permite dar un suspiro en todo el día y dormir.
Las cosas ya aparentaban estar bien, o eso prefería pensar y no dar vueltas en sus pensamientos sin sentido alguno.
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❈ 𝑰𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒐 ❈
FanfictionSi tuvieran que decir como inicio esta historia Bakugou diría como una película de terror, Kaminari de suspenso, y Jirou no lo recordaría con claridad debido al alcohol en su sistema, por lo que iría al drama. Una madrugada lluviosa puede salir pe...