Los tres mosqueteros

548 43 5
                                    

❇La chica del delineador corrido y su alíen en una noche de amigos❇

❇La chica del delineador corrido y su alíen en una noche de amigos❇

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


BAKUGOU:


En lo que a él respectaba su vida era normal. Iba a la escuela de lunes a viernes como los adolescentes de su edad, se quedaba en casa en las tardes al no pertenecer a ningún club como algunos de sus compañeros, hacia sus deberes, y esperaba a la noche para comer y volver a repetir su rutina al día siguiente — exceptuando los fines de semana, donde se quedaba en casa y arreglaba el jardín — como era de costumbre en su vida.

Veía las vidas de sus demás compañeros, todos replicando sus mismos comportamientos día a día  sin complicaciones a sus ojos, e incluso adultos haciendo lo mismo que él.

No se quejaba a decir verdad, no era el modo mas tranquilo de vida, pero era uno al que se había adaptado bien.

Sus amistades eran reducidas, bastante a decir verdad. Al parecer que en la primera conversación que tengas con una persona, decir: "¡¿Y tú que idiota?!" no era muy esencial para formar lazos. Sus amigos los podría contar con la palma de su mano, y le sobrarían dedos en el acto. Muchos le dirían algo como "Es bueno tener amistades reducidas. Debes saber escoger muy bien a la gente" cuando ni él siquiera dirigió la palabra a esas personas en primer lugar. Prácticamente lo escogieron a él en vez de él a ellos, pero no lo admitiría en voz alta. Aun así también se había adaptado a eso, quedando con dos amistades y una ex relación en sus años de secundaria.

Era ultimo año, pero la emoción o éxtasis de saber que pasaría después de la escuela no llegaba a él. Debía ser porque apenas iniciaban año escolar, pero ya se veía en unos meses buscando universidad y cediendo al estrés que causaba. 

Pero en momentos como en el que estaba ahora, con Kaminari durmiendo en su sillón desde hace cuatro días, le hacen preguntar si eso era algo normal de una vida adolescente.

Eran cerca de las cinco de la mañana siendo viernes. Kaminari había venido a su casa con maleta en mano poniéndole una excusa de que no entendía un tema de matemáticas, para que al final se diera cuenta de que el rubio mechón de rayo había traído su uniforme en aquella maleta junto con ropa interior, y terminaría quedándose en su sala por lo que restaba de la semana. Tenían clase a las siete, así que era mejor despertar al otro en vez de abandonarlo a su suerte. Sabia que el muy mendigo se atrevería a quedarse en su casa si notaba que ya iba tarde.

— Oye Inútil — Le dio una patada suave en un costado de su cuerpo haciéndolo caer directo al piso, dejando que el sonido de un impacto contra el suelo se escuchara.

Kaminari despertó de un tirón mirando a todos lados hasta dar con su presencia, notándose más calmado al reconocer donde estaba. Dio un bostezo para rascar su cabeza mirando el suelo, pasando de largo con él.

❈ 𝑰𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒐 ❈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora