𝟐𝟏

820 88 10
                                    

EL HORRIBLE episodio que había vivido el día de Navidad le había debilitado considerablemente. Sus energías estaban por los suelos y no tenía ganas de hacer absolutamente nada. En aquellos cinco días, no había salido de la cama. Solamente para ir al baño y dar de comer a Thor, o para coger algún que otro snack —nada sano— y aceptar una cerveza Guinness mientras veía Netflix en la televisión de su casa.

Charlotte únicamente había salido de su casa para pasear a Thor después de la hora de la comida. Nada de correr. Nada de estudio. Nada de café. Y nada de cafetería tampoco. Era como si el ataque de pánico hubiese drenado toda la energía de su cuerpo. Como lo habían hecho los demás. No había tenido muchos, pero las consecuencias siempre pegaban fuerte.

Incluso había declinado la oferta de Louis a asistir a su fiesta de cumpleaños. Lo único que le había pedido era que le entregase el regalo a Harry, siendo aquella la única manera que veía de poder dárselo sin que supiese que había sido ella. El chico había aparecido en su casa, y sin preguntas, se había llevado el paquete de allí. Charlotte no abrió la boca en ningún momento, agradeciendo que Louis silenciosamente notase que la chica no estaba de humor para conversaciones.

Hablando de Harry Styles... Charlotte no respondió su mensaje. Ni siquiera lo había abierto. Incluso Kendall había intentado contactar con ella en alguna que otra ocasión por videollamada como había prometido, pero había fallado estrepitosamente. Sólo había visto por redes sociales que Palmer se había ido de allí junto a sus padres, dejando a Kendall y a Harry solos, expuestos poco después con fotos de aquellos dos últimos abrazados y besándose. Charlotte no había contestado a ningún mensaje de Roland tampoco, y aunque había aparecido por su casa, no le había abierto. No le habría gustado ver su apariencia en aquel momento.

Su pelo no había salido del nudo que se había hecho Charlotte en Navidad. Llevaba la misma ropa todo el día, y no se había duchado en ningún momento. Olía mal, lo sabía, pero ni siquiera tenía energías para levantar la alcachofa de la ducha, o levantar sus brazos para poder llegar a lavar su cabeza. Debajo de sus ojos, podían notarse profundos círculos morados. Su piel parecía estar más pálida y había notado que había adelgazado en sólo cinco días. No comía bien en su día a día, pero sólo se había alimentado a base de snacks de vez en cuando durante aquel periodo de tiempo.

Era obvio que debía hacer algo, pero cada vez que se levantaba sentía su cabeza dar vueltas y sus piernas perder fuerza. Siempre comenzaba a trastabillar y tenía que agarrarse a cualquier superficie cercana, como si de una enferma hospitalizada se tratase. Pero así se sentía; enferma y débil. Odiaba los ataques de pánico.

Intentó recordar lo que había hecho cada vez que había tenido uno ellos. El del hospital, después de haberle dicho que sus padres habían muerto, y aunque hubiese sido su primera vez y no hubiese sabido lo que le estaba pasando, no había sido tan malo. Posiblemente porque estaba mucho más sana.

En el del el orfanato, Evangeline había cuidado de ella. Había intentado sacarla de la cama e intentar incluirla en actividades, poco a poco pudiendo volver a la normalidad.

Y después de que Kaitlyn se fuese... Había sido mucho peor. El peor de todos con diferencia. Sus actividades autodestructivas eran más frecuentes en ese entonces y su ancla acababa de salir por la puerta, para no volver nunca más. Las secuelas duraron dos semanas, habiendo empezado pocos días antes de su cumpleaños y habiendo sido obligada por Roland a salir de su casa más o menos a la altura de Navidad.

En ese momento, sabía que sólo una persona podría sacarla de allí. Y no era Roland.

Charlotte hizo el esfuerzo de estirar su mano para alcanzar su teléfono en la mesilla, sus extremidades doliendo por el mínimo movimiento. Encendió la pantalla y enseguida pudo ver mensajes de Roland. Harry y Kendall habían parado de insistir. Podía notar la preocupación en los mensajes del adulto, pero decidió abrir directamente la aplicación de llamadas y buscar el contacto correspondiente.

Grey [ h.s ] ON HOLDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora