Vida

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El olor a lluvia de octubre se sentía en el jardin de Izuna, las flores habian crecido bien teniendo sus pétalos coloridos aun con rocío y dentro de la casa Kagami descansaba su cabeza en el hombro de Danzo ambos dormidos e ignorantes a la realidad que ocurria en la casa o de la tarea que su maestro les habia dado que era cuidar de Izuna apesar de que este fuera mayor que ellos por mucho pero Izuna aun cargando con un niño era hiperactivo y no podia evitar querer moverse de un lado al otro solo por querer ordenar estresando al pequeño Hiruzen que era su escolta oficial o mas bien niñera.

- Dejalas aca, Hiruzen- Ordenó Izuna señalando un rincon de la casa y se quito su capa descubriendo su rostro sonriente ademas de su vientre hinchado por los 8 meses de embarazo- Te dije que era buena idea ir a comprar a esta hora, no habia casi personas ademas de que los precios eran buenos-

- Tiene razon, Izuna-san- Accedió cansado rogando por descansar como sus compañeros y Izuna noto eso asi que acaricio su cabeza con cariño permitiendo que Hiruzen lo abrazara pero no tan fuerte como para no dañar a su pequeño amigo- Izuna, cuando tengas tu bebe yo lo voy a cuidar y le enseñaré todo lo que se ¡Tambien les enseñare a los otros que vaya a tener!-

Izuna rio en una carcajada casi silenciosa- Seguro, confío en que los cuidaras muy bien. Bueno yo me iré a dormir un rato- Empezo a subir las escaleras pero se detuvo a la mitad- ¿Podrias subir a Reina? Quiero hacerle un poco de cariño asi se me pasan las ganas de querer matar a tu sensei-

Hiruzen suspiro para dirigirse hasta donde estaba la gata maldiciendo que su sensei tuviera tantas misiones recientemente.

Se agachó hasta agarrar a la gata notando como había engordado recientemente- ¡Maldita gata gorda!- Maldijo y como si la gata lo hubiera entendido pego un salto para empezar a rasguñar su cara

....

Por otro lado Hashirama, Madara y Tobirama estaban frente a los lideres de la arena, el ambiente estaba tenso ante las claras negociaciones tras años de rivalidad y no querían que una guerra fuera ocasionada. Ninguno de los lideres estaba dispuesto a dejar su orgullo atras o poner en riesgo su aldea asi que estaban a nada de matarse entre ellos incluido Madara quien estaba aun mas delicado tras el parto de su hijo Kira que por suerte habia nacido sano y salvo alegrando el corazon de sus amados padres quienes por tanto amor lograron concebir otra vez apesar de que Kira tuviera apenas un mes de vida.

- Acepten nuestras propuestas y acabamos con este problema- Dijo Madara serio

- No deberia amenazarme tras haber perdido tanta cantidad de chakra por... parir- Dijo asqueado al saber que un hombre podia hacer eso y mas un hombre como Madara Uchiha

- Creame que sea cual sea mi condición podría destruir su aldea cuando menos se los espere- Soltó con veneno y quiso irse hacia adelante para enfrentarse a ese hombre pero Hashirama se lo impidió

- Tomese su tiempo para pensar bien su respuesta a nuestros tratados de paz, tengo entendido que su aldea esta en una condición complicada y una ayuda como la nuestra ayudaría a que vuelvan a prosperar en vez de tenernos como enemigos- Hablo Hashirama serio pues no le gustaba el tono que usaban con su esposo- Tenga un buen dia-

El hombre enfadado se paro y salio de la sala en compañía de sus acompañantes dejando a los otros respirar tranquilos. Hashirama tiro su cabeza contra la mesa y pego un suspiro largo mientras que Tobirama y Madara acariciaban sus sienes en un intento de relajarse tras ese momento tenso.

En un momento sus miradas se cruzaron y el odio habia aumentado. Madara no olvidaba que por culpa del albino su dulce hermano lo había apartado de su vida y Tobirama no olvidaba que por su culpa Izuna lloro durante dias llegando a tener ataques de panico que pudieron haber dañado a su hijo aún no nacido. Aun asi alejaron miradas y continuaron su trabajo, Tobirama empezo a recoger papeles y Madara se acercó a su esposo.

El regreso de Izuna (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora