CAPÍTULO 13

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La máquina expendedora se movió sola haciendo que algunos de los dulces cayeran. Volteamos a nuestra izquierda donde se encontraba Once mirándonos y quitando la sangre de su nariz volvió a mirar la revista.

Lucas y yo nos encogímos de hombros y tomamos los dulces que habían, tome unos cuantos procurando dejarle a Mike. Quién no dejeba de mirar a Once, mordí mi labio, no quería decir algo que pudiera malinterpretarse.

— Gracias — le menciono Mike a Once.

Ella solo asintió, Mike se agachó para tomar algunos y nuestras manos chocaron, pero... Por alguna razón no quitamos el tacto, seguimos con las manos juntas a pesar de que sabemos que debíamos quitarla.

Mis mejillas empezaban arder, mire de reojo a Mike, quite poco a poco mi mano, fue tan lento que parecía que no queríamos separarnos. Pero al final lo hicimos, tome los dulces y me levanté para después sentarme a un lado de Will aún estando sonrojada.

— Ten — le di algunos dulces.

Los tomo — Gracias.

Nos quedamos en completo silencio, no sabía que decir. ¡Me siento una completa mierda!. Literalmente estoy engañando –de cierta forma– a mi novio. Y me siento culpable de ello.

Lucas se levantó y se dirigió a Max, empezó a hablar con ella y Once se sentó. Levanté mi vista hacia Mike, quien le dio una mirada a Will, de dejarlo solo con Once, después me miro a mi, pero no tuvo que decirme nada ya que tome a Will de la mano y me aleje junto a él.

— ¿Estás bien? — pregunto Will.

— ¿Yo? Estoy genial. Claro ¿Por qué lo preguntas?.

— Te noto, extraña.

— Estoy bien ¿Si?.

No lo estaba, mire a Mike y a Once y las extrañas ganas de querer tomar a Mike y llevarlo a otro lugar se hicieron llegar ¡Demonios! Estoy más jodida que la relación de ellos.

— Mike... — hablo Will — El... ¿Te....

Antes de que pudiera terminar la pregunta las luces comenzaron a parpadear y Will siento un escalofrío en su cuello, lo mire. Me puse en alerta al instante, Once también lo miro.

Todos se levantaron y se pusieron a mi alrededor, de nuevo, parece que me están protegiendo.

— Está aquí — menciono Will con su voz más temblorosa que mis piernas.

Fuimos corriendo hasta donde se encontraba Nancy y Jonathan, al llegar Once saco volando la puerta y golpeó a...

— Que es esa mierda... — mencioné en susurro.

Era una cosa enorme, viscosa que olía horrible. Once se comenzó a encargar de eso, pero está no aguantaría mucho. Once grito casi desgarrando su garganta para después aventar a esa cosa por la ventana, cayendo diez pisos abajo.

— ¡Vamos! — grite corriendo junto a los chicos.

Al llegar afuera esa cosa se estaba yendo por el drenaje, era tan asquerosa de ver. Todas nuestras respiraciones eran tan notables, nuestros pechos bajaban y subían sin control. Mire a Mike, quien estaba a mi lado este también estaba asustado al igual que todos los demás.

...

La noche fue bastante larga, ahora Once se encontraba en una habitación sola intentando encontrar a los dezollados. Mike caminaba de un lado a otro, mientras yo me sentía mal. No mal emocionalmente, si no, físicamente.

Me dolía el estómago y juro no haber comido nada, mi cabeza palpitaba sin control sentía que me explotaría en cualquier momento.

— ¡No es bueno para ella estar ahí tanto tiempo! — exclamó Mike.

— Mike, relájate — menciono Max.

— ¿Que tal si se daña su cerebro?.

Lucas abrió los ojos — Oh, mierda eso es algo real...

Max defendió — No, no lo es. Lo invento, no sabe de que demonios está hablando.

Mike escupió — ¡Ah! ¿Y tú si?.

— Chicos, por favor — intente clamar la situación — Ahora la que se está dañando el cerebro soy yo, con sus estúpidas discusiones de mierda.

Mi actitud hizo que se callaran por un segundo pero siguieron discutiendo, me levanté y fui a al baño. Me mire al espejo, estaba hecha un desastre, lave mi cara y por un segundo me sentí relajada. Hasta que mi cerebro pulso mucho más fuerte.

— Mierda...

— ¿Estás bien? — era Will.

— Odio esa pregunta — dije sin mirarlo.

— Lo siento... _____________, tal vez deberías descansar.

Negué — ¿Y dejarlos solos? Se que no ayudo de mucho, pero tampoco quiero estar acostada en el sofá esperando a que todo esto termine.

Sin ningún aviso, me abrazo, sonreí instantáneamente. Se sentía tan bien, nos separamos y tomo mis mejillas entre sus manos para después presionar sus labios contra los míos de una forma tan lenta que podría derretirme ahí mismo.

Mi cabeza volvió a palpitar haciendo que me separase de él, tome una pastilla que estaban en el botiquín y me la tomé sin agua, mire a Will por el espejo y le dedique una pequeña sonrisa.

— Estoy bien.





Vaya, vaya... Necesito escribir otro.

PROMISE 3 || S.T ||©🔚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora