CAPÍTULO 1

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Miraba por la ventana, extrañaba Hawkins, aunque solo me fui por dos meses, pero los suficientes para saber que no podía vivir sin mis amigos y hermano.

Suspire — ¿Cuánto falta para llegar?.

— No te preocupes, falta poco... Mamá ¿Podrías acelerar un poco más?— A Dustin también se le miraba impaciente.

— ¿Crees que los chicos nos están esperando?.

— Lider dorado volviendo a la base ¿Me escuchan? Cambio— Hablo Dustin — El líder dorado y su ayudante hablan a la base, cambio.

Lo golpee en el hombro —Oye, no soy tu ayudante.

— Si, lo que digas. Lider dorado volviendo a la base ¿Me escuchan? Cambio — hizo un poco de silencio — Repito, este es el maldito líder dorado...

— ¡Dustin! — exclamó la madre de Dustin.

— ¿Que?¡Que!.

— Relájate por Dios...

— Estoy al alcance deberían de responder.

— No han estado por dos meses, tal vez... Se les olvidó.

Dustin y yo nos quedamos callados, fruncí mi seño, ¿De verdad lo habían olvidado?. El simple hecho de escuchar eso me partía el corazón, no puedo imaginar esa escena.

— Cariño ¿Segura que no quieres que te llevemos con nosotros a casa?.

Volví a la realidad y negué — No, antes de irme le dije a Steve que iría directo a su nuevo empleo.

Sonrió — Muy bien, entonces te dejo en el centro comercial.

Solo fueron cuestión de minutos para bajar del auto frente al centro comercial, me acerque a la ventanilla de Dustin, este me miro confundido.

— Oye, no te decepciones tanto - hice una mueca — Los golpearemos después — sonreí.

— Si... ¡Oye! No te olvides de...

Lo interrumpí alejándome un poco del auto — Si, si, de tu mayor experimento. Nos vemos ahí, ¡Adiós! — corrí al centro comercial.

Todas las personas me miraban sorprendidos o enojados, ya que no era normal ver a una chica corriendo por los grandes pasillos. Ahora veo que mi moda se hizo conocida, todas las chicas y chicos llevaban shorts. Así los había llamado, y viéndolo bien, no fue una mala idea cortar esos jeans de cazafantasmas el año pasado.

Llegué a la heladería Ahoy, y me acerque a la caja. Robin me miro sorprendida, pero hice un gesto de silencio con los labios y está solo asintió.

— ¡Steve! Otro de tus niños te habla.

Tenía el corazón en la mano, Steve y yo hemos tenido una gran hermandad después de todo lo que pasamos juntos.

— ¡Chicos! Ya no puedo cumplir sus caprichos — Steve salió enojado y con una pequeña manta blanca en el hombro — Compren sus boletos como todos los...

Al mirarme su enojo disminuyó considerablemente, este sonrió ampliamente y se acercó a mi para cargarme.

— ¡_________! — exclamó aún cargándome.

Apreté los labios — Solo me fui por dos meses.

— Parecieron dos años — me bajo — ¿Quieres algo de la casa? Yo invito.

Sonreí — Si, de hecho venía por eso. Ya sabes cómo me gustan.

Me apunto con su índice — Un helado triple con doble cubierta de chocolate, entendido.

PROMISE 3 || S.T ||©🔚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora