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— Adiós cariño—. Jimin despertó un poco asustado al sentir la piel de su cuello erizada, solía sucederle muy seguido, siempre estaba cansado por lo que al usar el metro caía rendido si una silla era lo que tenía y siempre despertaba en la misma estación, dos atrás de la suya con esa sensación que había considerado como su cabeza martirizándole nuevamente con ese hombre, porque si, era la voz de Yoongi la que le hacía abrir los ojos desesperado en busca de verle, pero no, jamás le vio y ello le decepcionaba tanto al punto en que tenía que apretar sus labios para no terminar llorando frente a extraños.

Habían pasado tantas estaciones desde que Jimin vio a Yoongi o inclusive a su familia, se sentía un poco vacío como en esa noche en donde solo camino con tristeza hasta llegar al apartamento en el que vivía encontrándose así a sus dos amigos y la pareja de uno de estos.

— Llego Jimin—. Escucho decir al joven de cabello oscuro.

— Hola Jungkook—. Saludo para ir hasta el sofá.

— ¿Qué pasa?—. Uno de sus amigos y pareja de ese joven fue hasta él. — ¿Tienes sueño?—. Pregunto, Jimin asintió observando el lugar con un poco de malestar, a pesar de que vivía allí no lo sentía como su hogar y se sentía tan mal por ello.

— Un poco—. Se limitó a decir. —¿Saldrán?—. Y es que bueno, todos vestían muy bien para ser un jueves en la noche donde solían quedarse en casa.

— No, estábamos haciendo la comida con Seokjin hyung, ¿comerás antes o iras a dormir de una?—.

— No, quede en ayudar a Kook con su audición—. Explico Jimin viendo al menor a su lado.

— Ya te lo había contado Tae—. Dijo el joven de cabello negro.

— Cierto—. Dijo este. — Lo olvide—. No mentía. — Comamos rápido y vamos—. Parecía querer ir también.

— Oh, Tae—. Fue el mayor de todos quien apareció. — Pero quedaste en ayudarme hacer algo más tarde—.

— ¿Sí?—. Pareció confundido y Seokjin, quien era su hermano abrió sus ojos como pidiéndole algo en silencio, extraño para Jimin, pero lo dejo pasar.

— Cierto—. Dijo. —Vayan, quizás cuando vuelvas estaremos dormidos—. Y es que bueno, Jimin vivía allí y Jungkook en el mismo edificio, pero aunque no iban tan lejos ya habían repetido esta situación varias noches y siempre volvían muy tarde.

Y una hora después fueron aquel lugar donde Jimin ayudaba al chico a tratar de dar una audición para entrar en la universidad a la que el había entrado años atrás y de la que ya había salido, él también debía dar una al día siguiente, pero había practicado tan duro esa semana que ya no deseaba hacerlo, recordaba los pasos, recordaba todo por lo que ahora solo quería ese descanso, por lo mismo tres horas después y con la media noche aproximándose decidieron caminar por la calles de Sídney, donde ahora residía para eliminar un poco el estrés.

No era eventual escuchar el coreano en las calles, por lo mismo cuando una canción en ese idioma apareció la curiosidad de ambos les hizo ir allí, no era el plan, pero el ambiente cómodo y el cielo estrellado parecían relajarle y hacerle querer tener un poro de entretenimiento.

Era común ver grupos de jóvenes bailando o cantando y esto era similar, había un sujeto con una gran gabardina oscura y el gorro que cubría su cabello, las personas estaban pendientes de su actuación aunque muchos ni siquiera sabían el idioma y el hombre solo observaba el suelo, Jimin no conocía la canción, pero sonrió un poco llamando la atención del joven a su lado.

— ¿De qué te ríes hyung?—.

Su voz me recordó alguien, aunque ese hyung no canta—.

— ¿Cuál hyung—.

— No le conoces—. Se limitó a decir para centrarse de lleno a esa persona, era difícil de verlo, habían personas y el lugar no era muy bien iluminado, el chico tenía un micrófono y un joven de cabello naranja estaba a su lado, bien, Jimin no era paranoico, pero estaba seguro que aquel hombre que no conocía fijo su atención en él y hasta sonrió por verle, pero decidió dejarlo allí, porque si bien, la canción parecía haber iniciado cuando llegaron y aunque le era difícil de escuchar al principio, ahora podía y el abrumo que la similitud de esa voz tenía con quien solía conocer le hizo querer irse, pero Jungkook parecía no querer hacerlo, por lo que no supo que decir y termino obligándose a quedarse allí.

A veces las canciones solían combinar muy bien con momentos de tu vida y parecían hechas para ti, bien, así se sentía Jimin ahora mismo, esa relación se había sentido como un balancín de emociones, uno que llego a su fin y en vez de producir tranquilidad le trajo todo lo contrario al punto en el que cuatro años después seguía sintiéndose terrible por ello y es que si bien Jimin espero a que ese dicho del "tiempo lo cura todo" funcionase, aún no le llegaba la cura, sino todo lo contrario, cada día le extrañaba más y sentía curiosidad de saber de este, pero se auto convencía que la separación era buena, que Yoongi debía de estar tan bien y ahora conociendo de que llevaba casado ya unos meses usaba eso de pretexto para decir que así como le había pedido a este continuar debía de hacerlo, pero esta vez bien y no creer que usar a una persona para olvidarlo era lo correcto y terminar lastimando a un inocente como le había sucedido en el pasado.

— Lo siento, necesito una soda—. Se disculpó Jimin con su amigo porque estaba tan confundido y agobiado por lo que sucedía que quiso irse y lo estaba intentando, apartando a las personas para hacerse camino y lo logro.

Adiós cariño—. Jimin se detuvo y quiso comprobar si lo había escuchado o era su falta de sueño, pero la canción termino para que otra más alegre iniciase, quiso ver, pero la gente no parecía querer dejarle pasar y confundido solo continuo sus pasos. Se disculparía con Jungkook después, pero necesitaba volver a su casa y recuperar las horas de sueño que perdió para dejar de alucinar, bueno, eso era lo que creía.

ADIÓS MI AMOR (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora