ADIÓS MI AMOR (YoonMin)

2

Le gustaba el otoño, aquella época le hacía sentir cómodo a pesar de que la estación daba bienvenida al frío de invierno, por ello mismo vestía de tal forma en esa mañana, con el gran abrigo café perteneciente a su padre, con quien no se veía desde hacía más de cuatro años, pues había viajado kilómetros para estudiar algo que el hombre no apoyaba y ahora con la frustración del bloqueo artístico solo podía pensar que este tenía razón y que quizás debió de haber seguido sus pasos y ser un gran abogado, pero vamos, el hombre había tomado tanto de su felicidad que el aferrarse a su sueño del baile fue la decisión más amorosa consigo mismo que pudo tomar, aunque ahora no lo pareciese así.

24 años parece una edad corta dependiendo de quien fuese el que la viese, para alguien mayor de 30 estaría joven, para un chiquillo de 10 sería mayor, para el mismo Jimin era ese momento en el que sentía que la vida le exigía apurarse, correr, pero ni siquiera sabía por qué, no era como tuviese algo al final esperándole. Bien, si, su sueño estaba a punto de hacerse realidad, amaba bailar y podía obtener un buen puesto en el teatro de esa gran ciudad, le habían amado en aquella presentación que dio hacia un par de horas atrás, pero estos quería ver que hiciera algo por su propia pasión, no parecía un problema, exceptuando que este no tenía ni una gota de esta, todo lo que hacía ya no venía de su corazón, sino de esa alma rota que bailaba porque era la única manera de mantenerse vivo cuando él mismo había dejado ir una parte crucial suya por temor, por miedo a perder a una familia que ahora ni siquiera estaba con él.

Mientras su mente recorría todos sus errores pasados como solía hacerlo seguido, un perfume que podría fácilmente describir como el peor de todos para él apareció. Jimin simplemente caminaba, la carretera estaba en pausa para los vehículos, pero no para los transeúntes y si, no se equivocó al pensar en esa mujer, pues esta venia en su dirección, traía un gran abrigo oscuro y tacones altos y delgados, se veía como la recordaba, imponente y sobretodo vencedora, aunque cuando esta le noto su rostro se trasformó de un alegre a uno agrio y molesto.

— ¿Jimin?—. El chico no esperaba que le detuviese y le mirase con extrañez, aunque entendía, ahora mismo estaban en la misma ciudad, muy retirados del lugar en el que ambos nacieron, era confuso también para él verla y más cuando toda esa semana no dejaba de sentir que el pasado le estaba persiguiendo e iba atraparle.

Ella dejo salir un carraspear de su garganta no entendible para el joven con ojos entristecidos allí. — Ahora entiendo todo—.Dijo como si hubiese descubierto alguna cura para una enfermedad.

— Sabía que él no tendría el valor de hacer esto si no es porque tú has aparecido de nuevo—. Jimin siguió igual de confundido que al principio y cuando el semáforo que avisaba que el tiempo para caminar era poco solo pudo dar una reverencia a la chica.

— Debo irme noona—. Dijo a la mujer, quien no evito que caminara y simplemente copio el acto de este, pues no era como que verle le hiciera feliz y hablarle menos.

Había sido extraño a decir verdad, pero ahora mismo no deseaba martirizarse con ella ni con todo lo que venía tras esta, ya suficiente tenía con hacerlo cada noche en donde conciliar el sueño le era imposible y terminaba bebiendo un poco hasta caer de ebrio inconsciente como para hacerlo con el día brillando, así que suspirando apuro su paso para no perder el próximo metro, llegando así rápido a la estación.

Siempre solía tomar los mismo a la misma hora, pero ese día había podido cambiar un poco su rutina y volver a casa a las 10:00 am y aunque solía caer dormido cuando tomaba uno de los asientos o escuchar música y meterse en ese mundo si era que debía de ir de pie, ese día fue distinto, no estaba tan cansado y aunque si, se dijo que no pensaría en la mujer que encontró sin planear, no pudo hacerlo. La semana había sido extraña, aún seguía pensando en que ese joven que cantaba y hacia rap le recordaba mucho a Yoongi y la verdad aunque volvió al día siguiente a ese lugar no se lo encontró de nuevo y eso era decepcionante para él.