El doncel suspiró, manteniendo la cara enterrada en la funda rosa de la almohada.
Después de tanto tiempo el día había llegado, y era hora de hacer su decisión. Pero, ¿cómo elegir?
Los tres hombres se habían metido en él profundamente, elegir a uno (porque había quedado claro que ninguno estaba dispuesto a compartir) era terriblemente difícil.
Y sus amigos no le había facilitado, en absoluto, la tarea.
Más que obvio, que cada uno de ellos, tenía preferencia sobre sus tres pretendientes.
Por un momento se permitió no pensar en nada, viendo la ventana abierta, con las bonitas cortinas blancas de lunares rosas moviéndose por la suave brisa.
Desvió la mirada a su escritorio, encontrándose con los obsequios más valiosos que le habían dado en ese tiempo.
Un dije de plata en forma de cisne, por parte de Yoongi.
Un osito de terciopelo y lazo rojo de seda, exportado desde París, por parte de Hoseok.
Y una fina pieza de porcelana con forma de mariposa, por parte de Namjoon.
Cada una tan cara como la anterior, pero el valor sentimental lo superaba por mucho.
Seokjin se paró de la cama, caminando hacia los tres regalos, para dejarlos encima de su colchón cubierto por las sábanas blancas.
—Veamos...—el castaño miró los tres objetos, debía escoger uno—. De tin... Marín... de do... pingüe...
Seokjin bufo, una decisión tan importante como esa no debía ser tomada por un infantil juego de azar. Probablemente lo que eligiera marcaría su futuro.
¿Porque era tan complicado escoger?
Había vivido experiencias diferentes. Cenas románticas en restaurantes caros con Namjoon; carreras de autos clandestinas y noches de fiesta en bares con Yoongi; y paseos por el parque de diversiones, la playa y noches de película con Hoseok.
Para cualquier persona que tenía claro lo que quería, esa decisión se habría tomado desde hace horas.
Pero Seokjin no era cualquier persona, y en el transcurso de ese tiempo descubrió facetas de sí que no sabía que existían.
—¿Que es lo que quiero?—murmuró, observando los objetos con cariño.
Ese era el problema.
Estaba a nada de terminar su doctorado en Ciencias Gastronómicas. Y aún así no sabia lo que quería, más allá del ámbito laboral.
¿Quería hijos? ¿Una casa o un departamento? ¿Mascotas? ¿Una boda o simplemente quedar como novios?
Se suponía que esa clase de dudas existenciales ya habían pasado, cosas de adolescentes y él era un adulto a punto de terminar por completo la universidad.
Podría escoger fácilmente a uno, el que fuera, pero ¿Y si al final no era la vida que deseaba? Seria demasiado tarde para cambiar su elección.
Sigue a tu corazón.
Las palabras de su abuela regresaron a su mente.
Jin bufo, por quien sabe que vez en el día, tratando se encontrarle la lógica. Normalmente lo que te decía tu corazón e instinto, guiaba a problemas.
Pero siempre había excepciones...
Eso lo guiaba a otro problema, los tres se habían metido mucho en su corazón. Pero debía haber alguien con el que dijera "Este es el indicado".
Seokjin se quedó mirando los tres objetos por ¿Segundos? ¿Minutos? ¿Horas? Da igual.
Pronto la respuesta apareció, el dilema se había acabado. Y por más que doliera, separarse de los otros dos, todo le decía que era lo correcto.
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︋︋︋︋ᴇʟ ᴅɪʟᴇᴍᴀ ᴅᴇ sᴇᴏᴋᴊɪɴ 𖦹 ɴᴀᴍᴊɪɴ 𖦹 sᴜᴊɪɴ 𖦹 2sᴇᴏᴋ
FanfictionEn sus veinticuatro años de vida, Jin jamás había tenido un problema de esa magnitud. Tres de los hombres más poderosos lo querían.