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Meses antes

La universidad se alzaba grande e imponente, los edificios blancos tenían, en ciertas partes, murales por parte de los estudiantes de arte. Pero en los edificios pintados de gris y blanco, no hay nada.

Así se dividía la prestigiosa universidad. En los blancos se centran los departamentos artísticos, pintura, escultura, artes plásticas, filosofía, música, danza, fotografía y gastronomía; y los grises con blanco centrados en cosas más "profesionales", tales como medicina, leyes, idiomas, historia, administración, etc.

Y los alumnos no eran tan diferentes de las construcciones. Si comparas como va un alumno de fotografía, con ropa muy casual, llamativa y a veces cómoda, a como va uno de administración, vestido de madera formal, te darías cuenta de la gran diferencia.

El único lugar donde esos dos tipos de personas se encontraban y había un choque de hábitos y demás, era la cafetería de la universidad.

Seokjin ingresó al edificio blanco, con grafitis de pastelillos y cerezas, cortesía de los estudiantes de pintura. Cursaba su último año en la universidad, aún no tenía muy claro el camino, pero la meta estaba decidida: su propio restaurante.

Saludo cortésmente a su compañera de curso, Solar, siguiendo el camino para llegar a su salón a la primera clase. Única de teoría, lo demás sería práctica en la cocina.

Todo hubiera transcurrido con normalidad si en la puerta de su salón no estuvieran tres hombres vestidos de manera muy formal, pero con un toque juvenil.

Por un momento se avergonzó de sus jeans rasgados y el enorme suéter color crema, antes de recordar que estaba en su edificio correspondiente. Los que desentonaban eran ellos, no él.

Decidido a ignorarlos, Jin paso a un lado, entrando a su salón de no ser porque una grande y delgada mano se agarró de su brazo.

El doncel miró hacia los blancos dígitos que se aferraban a su extremidad cubierta por la tela.

—¿Kim Seokjin?—una grave voz hizo que el mencionado alzara la vista, abriendo ligeramente la boca al ver unos profundos ojos, similares a los de un gato.

—¿Que?

—¿Eres Kim Seokjin?

—Ummmm—su mirada se desvió a los otros dos hombres. Sus trajes parecían tan nuevos, que estaba seguro que la tiza que usó el sastre seguía en la tela—. S-Si... soy yo

Todas las miradas recaían en sí, lo sabía.

La mano lo soltó, y los tres hombres se retiraron. Dejando a todos confundidos por lo que acababa de pasar.

—¿Jin?—Moonbyul, una estudiante de pintura y escultura, y conocida suya, se acercó hasta el castaño—. ¿Porque los hijos de los tres grandes se acercaron a ti? ¿Que hiciste Kim Seokjin?

—¿E-Ellos eran...?

—Mmmmju, el que te agarro es Min, estudia leyes, el más alto es Kim, estudia administración y el de cabello similar a un tomate es Jung, estudia medicina

—Mmmmmm

Los tres grandes eran los empresarios más poderosos, y sus hijos, como era de suponer, seguirían con su legado, estudiando y haciendo lo que ellos ha iban cuando se retiraran.

—¿Que querían?—el bichito de la curiosidad pico a la menor, quien movió de un lado a otro su cuerpo, causando un balanceo en su coleta de hebras naranjas.

—Saber si hoy era Jin...

—Eso es algo obvio, ¿Nada más eso?

—Solo eso

Moonbyul hizo un mohín con sus labios, antes de despedirse para dirigirse a su salón.

Seokjin entró al suyo, con varias miradas sobre él. Paso saliva y camino hasta un lugar vacío.

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—Woah, entonces es verdad—Taehyung formó una perfecta "o" con sus labios.

—El chisme se expande como fuego en combustible—Jimin dio una mordida a su almuerzo, asintiendo a las palabras de Jeon.

Todos, en los dos tipos de edificios, sabían que los hijos de los tres grandes habían hablado con un doncel de gastronomía. Lo que resultaba sumamente extraño, pues los estudiantes de las carreras "artísticas" no se juntaban, en absoluto con los de las carreras más "profesionales", y viceversa.

Menos, si eran los estudiantes ricos con los becados.

Seokjin suspiró, bebiendo de su malteada de caramelo. Eso había sido extraño, y no podía negar que, a pesar de verlos solo de manera rápida, eran atractivos.

Tenían buenos genes.

La cafetería se sumió en silencio de un momento a otro, algo que Jin no notó por estar muy ocupado, tratando de raspar el caramelo que se había quedado en los bordes del vaso de plástico.

Tres tipos de flores fueron puestas frente a él. Rosas rojas, tulipanes rosas y orquídeas rosas.

Al alzar la mirada se encontró con los hijos de los tres grandes.

Jin abrió la boca, pero la volvió a cerrar, sin saber que decir.

No fue necesario, porque los hombres que cursaban las carreras "profesionales" hablaron.

—Sal conmigo

︋︋︋︋ᴇʟ ᴅɪʟᴇᴍᴀ ᴅᴇ sᴇᴏᴋᴊɪɴ 𖦹 ɴᴀᴍᴊɪɴ 𖦹 sᴜᴊɪɴ 𖦹 2sᴇᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora