¡Hey, chica de mis sueños!

Día once

Hablemos del amor:

Nuestros mundos se cruzaron, fuimos destinados a estar juntos sin que nosotros lo supiéramos. Nadie sabía el destino que nos deparaba; pero eso es lo emocionante, uno no sabe lo que va a suceder y el futuro es incierto. Debemos de temer, claro que sí. Pero soñar con un futuro a tu lado no me parece tan mal.

Mi mente está llena de [des]amor, como lo es tu mirada que diluye cualquiera duda que tenga. Mirarte es como ver las ventanas que me llevan al cielo. Despejado, lleno de ángeles. Seres míticos, seres inimaginables. Eso eres, nunca podría haberme imaginado algo tan hermoso como tú.

Cada letra va para ti, te la dedico y siempre será para ti. Espero y te llegue mi mensaje. Llevo años mandandote mensajes, notas, letras de amor; lleno y solo puramente de mis sentimientos. Nunca te he engañado tampoco mentido. Aunque para serte sincero, creo que si te mentí, siempre he pensado que eres lo más hermoso que existe en este mundo, pero la verdad es que eres una de las muchas bellezas que hay en este mundo. ¿Y sabes qué? Me siento afortunado de tener a una de las ocho maravillas del mundo cerca mío.

***

Pov Alexander

Soy bastante consciente de la situación por la que estaba pasando, Elena estaba justo a mi lado, sentada con la mirada perdida fija en el camino. Bastante tranquila y no se le veía incómoda. Todo lo opuesto de mí. Estaba hecho un manojo de nerviosa, no podía evitar mirarla a cada rato. Quisiera verme cool en esta situación pero ¿cómo hago? Tengo a la mujer que he amado desde hace unos años a mi lado ¿cómo no ponerme nervioso? Ambos, solos.

Respiré hondo y recobro poco a poco los estribos. Me relajo y vuelvo a respirar. Fijo mi mirada solo en el camino. Enciendo el reproductor de música y casi al instante mi teléfono se conecta vía bluetooth, sin hacer el mínimo esfuerzo la música empieza a sonar: Remembering Sunday por la banda All time low. De todas las canciones tuvo que sonar esa...

Al comienzo de la canción suena una guitarra, dulce y melodiosa. Estoy seguro que Elena se sorprendió. Puesto a que su mirada se posó en la pequeña pantalla táctil. Mis padres no escatimaron con los costos de un auto nuevo. Y estoy agradecido con ellos por esto.

Ninguno había hablado en el poco trayecto que estabamos tomando y dudo que tenga el suficiente coraje como para romperlo. Estabamos estancados en el tráfico y ya era bastante complejo aquel silencio y el poco movimiento en el tráfico. Pero algo rompe el silencio, algo sobre la música que estaba puesta, era un celular. Alguien llamó a Elena.

Ella se sobresaltó un poco pero agilmente busca en su bolsa el aparato. Contesta y por instinto bajo un poco el volumen de la música; tampoco estaba tan alto como para que saltaran los parlantes, pero solo es precaución. Espero y no haya pensado que quería escuchar la conversación...

- Aló, mamá- responde Elena colocando el celular en su oreja para poder escuchar.

- ...

- Sí, estoy bien, un amigo me está llevando- al decir eso me mira por un momento, me sonrie y sigue con su llamada

- ...

- ¿Llegarás tarde?- pregunta- ¿Qué tanto...? Está bien entonces.- suspira y cuelga la llamada.

- ¿Todo bien?- me atrevo a preguntar

- Sí, no pasa nada malo. Solo era mi madre avisándome que llegará tarde a casa y tendré que cocinar- dice encogiendose de hombros

- Oh- es lo único que logro pronunciar