¡Hey, chica de mis sueños!

Día siete

Pov Elena

Suena la alarma, el reloj marcaba las 6:00 a.m. con un gran bostezo Elena se levanta de la cama. Deja a un lado las sábanas de una forma desordenada, ya se había vuelto un habito dejar la cama sin hacer... Ella era solo una chica común y corriente, no tiene detalles sobresalientes. Hasta podría ser la misma figura de un cliché, complexiones simples; estatura promedio; cabello largo, de un color vilmente común; algo sobresaliente podría ser su capacidad de estudio. 

Es gracioso como un lector puede recordar cualquier detalle de los libros que lee, pero cuando se tratan de los estudios no pueden memorizar lo que dice el texto... Cliché de lector.

En fin, la rutina de Elena de aquel día era más minucioso, hoy pretendía vestirse cómoda, nada del otro mundo; pantalones, una camisa y sus fieles zapatillas blancas. Ella no podía ocultar su emoción. Por fin había llegado el día más esperado por todos "La Feria de Libros". 

***

- Elena deja de hacer tanto ruido- habla su madre

- Lo siento mamá, es que estoy feliz- responde Elena con emoción

- Mi hija, inexpresiva, salvo cuando lee libros encerrada en su cuarto o cuando acompaña a esta pobre mujer a ver sus novelas...- dice de manera sentimental- Pero ahora, esta sonriendo tanto que podría iluminar esta tarde nublada- termina de hablar dedicándole una dulce sonrisa a su hija

- Vamos ma' hoy es el día de la feria, así que ya estoy lista para gozar de este día.

- Mejor desayuna algo antes de irte- dice su madre dejando el plato del desayuno en la mesa

- Gracias- responde Elena tomando un bocado de la tostada

- Dejé un poco de dinero en la mesa, donde siempre, para que lo uses en tu transporte- dice señalando la entrada

- Gracias- repite

- Es lo único que sabes decir niña?- interroga

- ¿Muchas gracias?- responde dudosa

- Ay mi niña, cuándo hablaremos sobre algún chico o no me digas que... ¿es una chica?- se detiene por un momento- Si ese es el caso me lo puedes contar con toda la confianza hija.- dice apoyándose sobre una pared cercana a la cocina, mirando a su hija comer su desayuno

- No mamá, me gustan los chicos (literarios)- suspira- Y sé que si me gustara una chica, te lo contaría, eres mi mamá. La mujer que me crió y cuido todos estos años.- responde serenamente y por un momento el semblante de su madre cambio a una felicidad y orgullo por su hija

- Esa es mi niña, se ve que te crié bien. La confianza es la base de todo- responde segura de sus palabras

- Sí...

- Pero...- prosigue y Elena por alguna razón siente que no pudo esquivar la bala- Todavía no respondes a mi otra pregunta; hay o no hay un chico en tu vida?- responde desafiante

-...

- Con que silencio eh...- se da la vuelta y sigue con sus labores de casa- Hoy te salva hija mía, pero para la próxima el silencio no va a ser una opción- concluye

- Pero mamá, no se necesita de un espécimen del sexo opuesto para vivir...- empieza- Una mujer puede ser independiente y vivir una vida libre del otro género, asi llegar al éxito...- iba a seguir pero su madre la detiene con la mano, haciendo una seña para que haga silencio

- Mi hija tiene que conocer el amor o el desamor, cualquiera esta bien, ya que así podrás crecer y ser tan exitosa como sueñas ser.- y asi es como finaliza la conversación