♡Epílogo♡

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-Y así es como se unieron nuestros 2 mundos.- le terminaba de contar el rey de Berk, Hiccup Haddock de Hofferson, a sus pequeños hijos; la princesa, Zephyr Haddock Hofferson de 8 años y el príncipe, Nuffink Haddock Hofferson de 5 años- Y ahora, 10 años después, todo ha permanecido en paz y felicidad.- añadió.

-Y así debe perdurar.- les dijo su madre, la reina de Berk, Astrid Hofferson de Haddock, en cuanto entró a su habitación.

-¿Esa va a hacer mi responsabilidad cuando sea reina?- preguntó la pequeña castaña sentada en la cama de sus padres junto a su hermano menor.

-Nuestros reinos han estado en guerra durante 300 años, Zephyr, creo que con eso fue más que suficiente como para volver a pelear.- le contestó Astrid colocándose detrás de su esposo y poniendo ambas manos en sus hombros, pues él estaba sentado también en la cama.

-Y esa responsabilidad no será solo tuya...- intervino Hiccup- Tu hermano estará para apoyarte.- le dijo a lo que Nuffink asintió y su hermana lo atrajó con un brazo hacia ella.

-¡Muy bien, niños! Ya estuvieron toda la mañana aquí, escuchando la historia de su padre, mejor vayan a jugar antes de que almorcemos.- les dijo Astrid y los niños salieron corriendo con risas y gritos hacia los jardines del castillo.

-¿Desde hace cuánto que escuchabas?- le preguntó Hiccup a su rubia mientras se levantaba y volteaba para verla.

-Oh, créeme desde que les comenzaste a contar todo, desde nuestro encuentro en el acantilado.- le respondió mientras tomaba su mano y ambos empezaban a caminar hacia donde estaban sus hijos.

-Hoy no hay nada que hacer, ¿cierto, Mi lady?- preguntó caminando por los corredores del castillo.

-No, nada de nada, la podemos pasar sólo nosotros, los pequeños y...- para abruptamente- ¿Tu madre ya vendrá?- le pregunta, pues Valka hace unos 3 meses que se había ido a Snorck para ayudar a Heather y Patapez con su reinado, el cual acababa de empezar, ya que el rey Bart de retiró por vejez y cansancio.

-Creo que sí, sí lo hará, ayer me envió una carta que regresaba para el almuerzo junto a los gemelos y Patán.-  le respondió el ojiverde llegando a los jardines y viendo a sus hijo correr y jugar.

Zephyr y Nuffink jugaban a las chapadas, ahora el pequeño rubio escapaba del alcance de su hermana, pero en cuanto volteó a ver qué tan lejos estaba se estrelló contra la gran pileta de agua que había en el centro del jardín.

-Auch...- se quejó en cuanto cayó de espalda y se llecó su mano a su frente, la cual recibió todo el choque con la pileta, sus padres estaban a punto de ir por él preocupados, pero se detuvieron al ver la reacción de su menor hijo- ¡Genial, otra vez!- gritó con entusiasmo y se levantó para correr de nuevo hacia la pileta y chocar una y otra vez.

Zephyr miraba a su hermano como si estuviero loco y luego sacó su pequeña estaca junto a su daga y empezó a afilarla.

-Ja, el niño soporta los golpes.- dijo Astrid mirando con una ligera sonrisa a su hijo y se cruzaba de brazos.

Pero antes de que Hiccup le pudiera decir algo un fuerte grito se escuchó en el castillo.

-¡YA LLEGAMOS!- ese fue el grito que retumbó por todo el castillo de Berk, esa era la voz de Brutacio.

-¡Tío Brutacio! ¡Tía Brutilda!- gritaron los más pequeños de la familia corriendo a recibir a sus tíos, Zephyr y Nuffink habían cosechado cierta preferencia a los gemelos, pues les divertían sus locuras y estupideces.

-¡Claro! ¿Y para el tío Patán no hay nada?- preguntó el Jorgenson con indiganción al ver como sus sobrinos iban a recibir bien a los gemelos y luego a su abuela.

♡A M A N T E S♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora