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La rutina de Anne era ir a la escuela central del orfanato, estar ahí un par de horas y luego ir a dar las clases de bordado. Ayudaba a los niños y niñas a aprender mejores técnicas. Después de ello, veía como Gilbert iba a buscar a América y ambos conversaban un poco. No conversaciones muy profundas.

Hasta que un día, Gilbert se armó de valor y le preguntó si quería salir con él a algún lugar.

Anne se puso como loca en su interior, aunque se mostrara serena. Y claro que le dijo que si.

Bordando Mi Amor (Anne x Gilbert) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora