Capítulo 3. Notas de amor.

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Capítulo 3. Notas de amor.


Akutagawa Ryunosuke, un importante miembro de elite asesino de la Port Mafia en Yokohama, una chica ruda y fuerte, se había enamorado de un agente de la agencia armada de detectives quienes defendían a la ciudad de problemas que las personas sin habilidades no podían.

Acostumbraban mandarse mensajes casi a diario, Akutagawa solía iniciarlos, su hermana Gin le había aconsejado que tuviera iniciativa ante la competencia. Adoraba las respuestas del albino, siempre con emojis o con fotografías de gatitos.

Había avanzado así una semana, y era fin de semana de nuevo, un sábado a media mañana, Ryunosuke debía ser fuerte, debía serlo y... ― ¡Es que no puedo! ―se quejó.

En su humilde hogar, su hermana a su lado y Chuuya, Dazai le miraba y suspiro ― ¿Cómo quieres tener una cita si no se lo pides? ― se quejó Dazai

― Si hermana, necesitas tener iniciativa

― Escríbele "¿Quieres salir conmigo en una cita" – le dicto Chuuya

― Va a rechazarme

― No creo

― Lo dudo

― ¡Envíalo! – Grito Dazai

― ¡no! ― respondió Ryunosuke completamente sonrojada.

Dazai tomo el teléfono, Chuuya le retuvo. Gin miraba el mensaje ― Eso estará bien ¿no? ― pregunto el castaño con la menor a su lado, esta asintió ― y, enviar ― dijo al mismo tiempo que enviaba el mensaje.

Ryunosuke estaba completamente roja ― Siento que voy a morir

― Ya tuviste tu periodo frente a él y manchaste su futon ¿Qué podría ser peor? ― se quejó Chuuya.

El teléfono sonó como mensaje nuevo, los cuatro miraron el aparato. Era un mensaje de Atsushi.

[¡Por supuesto! Será un honor tener una cita contigo]

Ryunosuke se fue para atrás y cayó en el mueble de la sala, pego un enorme grito y su hermana se le tiro encima ― ¡Tienes una cita!

― ¡tengo una cita!

― Celebremos con vino ― apunto Chuuya

― Esperen, esperen ― dijo Dazai ― ¿Qué vas a usar?

Ahora la misión había crecido.

Los cuatro corrieron al armario de Ryunosuke. Lo único que le gusto a los tres invitados en aquella habitación, eran unas botas blancas. ― ¿Qué hacemos Dazai-san? ― pregunto Gin

― Puedo salir como siempre ― se quejó Ryunosuke

― La cosa es que lo impresiones con la mirada ― se quejó Chuuya ― lo tengo, tengo esas medias de rombos ¿las recuerdas?

― ¿Qué? ¿esas medias sexys? ― se quejó Dazai

― Tengo unas pantimedias negras ― menciono Gin ― tienen un par de líneas blancas, lucen como legins

― Perfecto ―menciono Dazai ― Chuuya, trae algo de tu joyería, collar largo y gargantilla, no muy llamativo

― De acuerdo

― Y yo ― le sonrió a Akutagawa ― te traeré algo bueno.

― Regresamos ― dijo Chuuya

Koi No Yokan || Shin SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora