Koi No Yokan || Shin Soukoku

Capítulo 4. Breve Romance

Capítulo 4. Breve Romance

Llevaban 18 horas siendo novios, y Akutagawa ya estaba en la cafetería de la agencia armada de detectives, si, disfrazada, y esperando a ver a su novio y su comportamiento con las mujeres a su alrededor. Espero paciente con un jugo de arándanos y una bandeja de onigiris de salmón, por si su novio le notaba, sabía que no comía carnes rojas.

Atsushi llego a la cafetería junto a Dazai y Kunikida. El castaño suicida rápidamente la identifico y tomo a Atsushi del hombro ― Atsushi-kun ¿Qué vas a almorzar hoy? ― cuestiono

― No estoy seguro todavía

― Deberías comer unos onigiris

― ¿debería? No estoy seguro

― Elige pronto mocoso ― se quejó Kunikida ― Tenemos trabajo que hacer

― Que aguafiestas eres Kunikida-kun ― se quejó Dazai.

Tomo los hombros de Atsushi ― vamos pequeño Atsushi-kun, no te juntes con está chuspa ―Atsushi se fue riendo con Kunikida mientras Dazai miro a la azabache.

― ¿vas a vigilarlo?

― Por supuesto

Dazai suspiro ― de acuerdo.

Fue a sentarse con Kunikida y Atsushi a dos mesas de ella. Lucy se acercó al albino para tomarles sus pedidos. Akutagawa vigilaba bien a Lucy. La pelirroja termino su servicio y se retiró a la cocina, Atsushi se levantó yendo a su búsqueda, se sentó en la barra, Akutagawa les miraba con ojos fijos y filosos. Si las miradas mataran, Akutagawa sería realmente la mayor asesina de la Port Mafia, no, del mundo.

Mientras tanto, Atsushi suspiraba ― Entonces... ¿dices que quieres hacer a alguien feliz? ― pregunto con cierta tristeza

― Si, si, no estoy seguro como hacer estas cosas ¿tú de casualidad sabes este tipo de cosas?

Lucy dejo salir su voz a grandes carcajadas ― creo que es cierto, que ambos sabemos que nuestro pasado es similar ― le respondió.

― Sí ― confeso tallando su brazo ― Quisiera hacer algo para que alguien que quiero mucho vea que puedo ser impresionante también

― Entonces solo se tú

― ¿ser yo?

― Tú ya eres impresionante gatito.

El albino se sonrojo ― Gracias Montgomery-san, eso me animo bastante

― ¿en verdad?

― Sip ― Ahora sé qué debo hacer

― Mocoso ―le grito Kunikida ― si vas a estar allá, ayuda a traer la comida

Atsushi y Lucy comenzaron a reír ― ¿te ayudo?

― Gracias.

El albino y la pelirroja entraron a la cocina y esto hizo a ambos desaparecer de la vista de la mafiosa. Miro con odio a Kunikida quien peleaba con Dazai. Decidió usar una técnica que aprendió antiguamente de Dazai y Chuuya. Algo que jamás imagino que utilizaría y ese día, lo haría.

Saco su celular y llamo a su novio. El teléfono de Atsushi sonó mientras llevaba la comida de Dazai y Kunikida, Lucy llevaba la de él. Sostuvo la bandeja con una mano y miro el celular, sonrió de ver quien era y aquello lo pudo ver bien claro la mafiosa.