No todo es perfecto...

Hace tiempo... ¿Qué pensabas?

Es muy curioso cómo es que las historias se entrelazan y también cómo es que la vida va guiando cada uno de nuestros pasos o... ¿Nosotros a ella?

A veces, uno cree que todo es perfecto debido a la felicidad, al control, al poder, a lo que sea que tenga enfrente que le otorgue un poco de placer. Pero no podemos estar más lejos de la realidad. 

Me presento, soy Enrique. Tengo... casi 30 años y no siento que haya hecho mucho de mi vida hasta ahora. No obstante, tal y como dice el título de esta obra, "no todo es perfecto" a pesar de que así lo creamos. 

Es más, te preguntaré lo siguiente antes de iniciar: ¿Crees que tu vida ha sido "perfecta" hasta ahora? 

¿Tienes todo lo que has soñado? ¿Hogar? ¿Pareja? ¿Amigos? ¿Familia? ¿Trabajo? ¿Dinero? ¿Tienes fama o éxito? 
Seguramente respondiste que sí en más de una, en caso de que no... ¿Puedo ayudarte en algo?

No obstante, regresemos a la pregunta inicial. Puede que hoy te sientas feliz, tanto que pienses que sí, que todo ha sido "perfecto". Que tu pareja te quiere mucho, que tienes todo para salir adelante, sobrevivir y lograr tus sueños. 

Bueno... no quiero romper la burbuja de euforia. Pero... yo creí que tenía lo mismo que tú hace mucho tiempo. Tuve una burbuja que no quería romper y no me fue muy bien. 

Afortunadamente, esta historia "triste" no fue más que un paso más en este sendero de la vida. 
En esos momentos, sentía esa euforia, creía que todo era tal y como ya hemos dicho. Habían ingresos, apoyo, oportunidades, todo.  Estaba embobado. 

Para contextualizar un poco, mi embobamiento en ese momento me tenía pensando que me casaría y que la distancia que existía no habría de arruinar nada de lo que creía era una relación perfecta y con muchas posibilidades de todo tipo, hasta laborales en otro sitio. En retrospectiva, siempre me pregunto: "¿Qué pensabas, Enrique?"

Pero... bueno... las cosas cambiaron y sin saberlo, me vi envuelto en una espiral negativa que terminó conmigo dañando a personas, entrando a un trabajo que no me gustaba y... acabé con una crisis nerviosa de esas en las que literalmente pierdes noción de la realidad. 

Perdí mucho luego de eso. Pero al mismo tiempo... gané mucho más sin darme cuenta. 

Aquí es donde empieza esta historia. Hace dos años, aún dentro de esa burbuja de euforia y sí, aquí viene el romance.