Durante la tormenta, hubo paz.

4 0 0
                                    


Era septiembre, creo. La amiga con la que se había ido a hablar en esas primeras clases (la llamaremos "L") nos invitó a su fiesta de cumpleaños a todos los del grupo. Yo tenía una presentación con mi banda de rock y llegué tarde (sí, toco el bajo, déjenme en paz). Todos ya tenían cierto grado de "felicidad enlatada" encima, pero no tardamos en acoplarnos mis amigos y yo a ese ritmo (porque #rockstars).

Esa fiesta fue un desmadre, nos contaron de la inutilidad de varios presentes al no querer prender el carbón para asar carne entre otras cosas. Yo pasaba un momento difícil en ese entonces por ciertos comportamientos "tóxicos" de la persona con quien estaba entonces y decidí que sería un buen momento para desahogarme, para vivir. Algo que con alcohol (y cierta hierba) iba a ser muy fácil. 

Angélica parecía estar sintiendo lo mismo, de hecho... vi cómo se terminó besando con un sujeto (el cual considero un estúpido) y al hacerlo vi que de inmediato se desmoronó. Nadie más vio eso, nadie más veía sus lágrimas caer. Y yo siempre he tenido ese impulso por apoyar a quienes veo tristes. 

Le pregunté si estaba bien, ella respondió que no lo estaba entre sollozos. Entonces, la tomé de la mano y la llevé a un sitio tranquilo y empecé a hablar con ella. No recuerdo a ciencia cierta qué me dijo, pero creo involucraba algo de "sentirse como mierda por traicionar a alguien que ni siquiera le demostraba cariño" o algo por el estilo. 

Curiosamente algo resonó en mi cabeza cuando dijo eso, pero decidí hacer caso omiso de ello. La abracé y la calmé diciéndole que todo estaría bien y junto con Benja, que se unió luego de que pasara esto, fuimos a sentarnos al pasto. No recuerdo bien qué ocurrió, pero nos reíamos de conversaciones ajenas y observé cómo su semblante pasó de destrozada a la persona más feliz del mundo. 

Vi su sonrisa, me recosté en sus piernas y reímos los tres juntos por un rato enorme, viendo la luna y abrazando nuestras sensaciones. No recuerdo más de esa noche, pero sé que ahí deseé que el mundo se congelara mientras estaba en esa posición, con ellos... o más bien, con ella. 

Dentro de toda la tormenta de emociones negativas, de tristeza de ambos, hubo un momento, aunque fuera pequeño... que duró para siempre. Hubo paz; y fue hermoso. 

En ese preciso instante, aunque no quise reconocerlo entonces, creo que me enamoré de ella. Pude ver su corazón, sus emociones y la acepté y quise protegerla de todo mal aunque la situación me obligase a verla como solo una amiga y ella a mí.  

Supe que sería una persona que podría cuidar el corazón de una persona que ella amara con intensidad como debía ser. Desgraciadamente, ella y yo teníamos al lado a gente estúpida que no nos supo valorar. 

No todo es perfecto...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora