Muchos dicen que el amor a la distancia es perder el tiempo. Yo pensaría que es verdad si no se tiene el compromiso por querer hacer bien las cosas, si no se quiere resolver las cosas como un equipo y finalmente si tampoco se tiene la voluntad ni seguridad de aceptar a esa persona con lo bueno y lo malo de sí.
Para Angélica y para mí, las cosas desde un inicio no fueron sencillas, de hecho, podría decirse que tuvimos todo en contra. Como ya mencioné estuvo en ese momento una pandemia, motivo por el cual no podíamos vernos; después, mis problemas de salud que me tuvieron en un estado depresivo constante; posteriormente, nos quedamos ambos sin trabajo, salvo unos cuantos ocasionales.
Ahora... no vendré a decirles que a partir de ahí todo fue perfecto y que no pasó nada, ni ella ni yo somos de ese tipo de personas. De hecho, fue más difícil de lo esperado, tanto que un día ella me dijo que "para qué estábamos ahí haciendo el desgaste si no podíamos vernos".
A pesar de que ambos llegábamos a enviarnos comida o cositas compradas para alegrarnos, sentía y comprendía perfectamente lo que me quería decir y de dónde venía esa declaración. Así que, como pude, llamé a Benja para irme a hacer unos estudios médicos e ir a verla. El plan salió a la perfección y pudimos compartir uno de nuestros primeros momentos juntos.
De hecho, le declaré mi amor de frente un tiempo después, (aunque los dos sentíamos previamente ya algo más grande) porque ella lo había solicitado así. Me escapé y como pude fui a verla.
Recuerdo bien que muy nerviosamente, dentro de mi carro, aparcado en un parque cerca de su casa, comenté "¿Te gustaría ser mi girasolita?" (porque ama los girasoles), a lo cual respondió positivamente. Nos dimos un beso algo torpe, nervioso pero tan tierno como el primero que tuvimos. Ese día era un 3 de Julio y aunque fue corto el tiempo juntos, fue de lo más significativo.
Al habernos formalizado, llamó la atención de todos nuestros compañeros y compañeras, de amistades y de personas con envidia. Pero nada importaba porque estábamos juntos.
Durante ese tiempo e incluso hasta la fecha hemos tenido maneras de hacer esa distancia obligatoria más corta: hemos hecho citas virtuales, maratones de películas, momentos de sólo hablar, hemos jugado juntos e incluso nos hemos podido ver. De hecho, tiempo después del plan que mencioné arriba, hubo una baja de los contagios de la pandemia, así que aproveché para irla a visitar un par de ocasiones y salir a pasear a un par de parques que se volvieron nuestro lugar feliz.
Incluso nos escapamos a hacer el amor a escondidas y es curioso pero nuestra primera vez fue algo tensa también.
Entre los nervios, el temor por contagiarnos y por la prisa de ese día llevarla a conocer a mi familia (cosa que a mí me tenía preocupadísimo por cómo habían sido en ocasiones anteriores con otras personas) no pudimos concretar las cosas como quisimos.
De manera extraña, mi familia se comportó de una manera muy diferente ese día, siendo ella del agrado de todos de manera inmediata. Tuvimos una reunión muy placentera y comimos delicioso, lo cual hizo que el día fuese aún mejor y que lo que algunos considerarían "fallido" en nuestro intento amoroso se viese olvidado.
Angélica y yo tuvimos luego otras oportunidades de vernos y otras donde pudimos consumar de mejor manera nuestro apetito sexual, incluso con un par de anécdotas cómicas que NATURALMENTE NO VOY A MENCIONAR AQUÍ; lo que sí puedo comentar es que hemos aprendido a descubrirnos mutuamente, a hablar, a saber pedir y sobre todo, a disfrutarnos los dos.
Todo esto, nos ha llevado a ser una buena pareja y a hacer un muy buen equipo. Sin embargo, como dije ya varias veces, no todo es perfecto; con el paso del tiempo, existieron discusiones, que con mucho esfuerzo de ambos pudieron y han podido solucionarse hasta la fecha. Hemos aprendido poco a poco los modos y métodos de cada uno, o no, pues hemos repetido en ocasiones algunos errores.
Hemos visto lo peor y lo mejor de cada uno, hemos compartido tristezas, lágrimas, alegrías, risas, enojos, chismes, problemas, palabras tiernas y palabras rudas.
Con todas las situaciones en contra, Angélica y yo hemos sido capaces de cimentar y llevar bien nuestra relación. Como dice ella, "la hemos hecho nuestra". Y aunque algunos problemas perduran, sé que los dos nos apoyamos como es debido, porque queremos hacerlo y creo eso es lo más importante que hay que agradecer y ver: el tener a tu lado a alguien con la voluntad y el amor necesario para resolver los problemas como un equipo.
Muchas personas se habrían rendido y sé que se han rendido, otros ni siquiera lo intentaron. Pero me alegra mucho el saber que con ella no fue así, es más, he crecido como persona debido a su cariño y paciencia.
Gracias a ella, he aprendido a dejar ir muchas cosas, a cambiar para bien. Se han perdido pensamientos negativos, comportamientos tóxicos, traumas, malas experiencias, varias actitudes incorrectas y sobre todo, miedo.
También, he podido aprender a comunicarme mejor, a saber apreciar las cosas; he ganado confianza y no he soltado lo que tengo, porque sé que ella siente lo mismo. Creo yo, que esto es el amor verdadero; es el poder sentirte a gusto con alguien que te quiere igual que tú le quieres, es ser capaz de sentir y demostrar una confianza y un amor inquebrantables.
Mi vida ahora no es triste, no tengo tampoco una burbuja de euforia, sino que intento vivir a diario y hacer lo necesario para encontrar equilibrio, armonía, paz. Lo repetiré de nuevo. "No todo es perfecto", pero nadie dijo que tenía que serlo. Quizá solo deba ser nuestro, quizá solo debamos quererlo, no lo sé.
Pero lo único que tengo claro, es que la amo y que nuestra relación es solo de nosotros y hemos sabido llevarla de una manera buena. No todo tiene que ser romántico, no todo tiene que ser como lo queremos, pero gracias a lo bueno y lo malo... hoy por hoy, la historia continúa.
De hecho... nuestros apellidos no suenan mal juntos. ;)
No obstante, hay que ser objetivos. Solo trabajemos en nuestros sueños, nuestras metas cercanas, generemos más experiencias juntos, resolvamos nuestros problemas y veamos a qué sendero nos lleva esta preciosa relación.Y espero, con todo mi corazón, que siga creciendo este amor tan puro y sincero para que esta historia nunca termine.
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No todo es perfecto...
RomanceUna novela corta sobre cómo se construyen cimientos fuertes aún con mucho en contra.