Se sorprendió cuando su teléfono una notificación apareció en su inicio de Instagram, entró de nuevo y se dio cuenta que varias personas le habían respondido su historia.
Tragó saliva cuando llegó la primera pregunta
"¿Cuándo empezaron a salir?"
Con un nudo en la garganta, dejó su teléfono a un lado y recordó ese día.
Aquel día nublado, parecía que fuera un mal día para algunos. Jennie miraba por la ventana del colegio, observaba las nubes grises que adornaban en ese momento el cielo. No era un día interesante o al menos eso pensaba. Podía escuchar de fondo a su maestra hablar sin parar, debía ser sincera. Le caía de maravilla la señorita Park pero en ese momento lo único que quería era, salir de ese infierno. Estaba harta de estar sentada, solamente quería ver a ella. Quería ver a la chica de segundo grado, aquella rubia que le llamaba mucho la atención.
Una sonrisa de enamorada apareció en sus labios al pensar en la tailandesa que le traía como loca.
Enamorarse era lindo, ¿No? Enamorarse era como tener una versión más tonta de ti. Cuando menos te lo esperes ¡Cabum! Estás sonriendole a esa persona que te hace feliz, estás atenta de ella y quieres que sea feliz a toda costa. Sabes que algo cambió dentro de ti cuando la miras a los ojos y sientes tu corazón latir como cuando corres un maratón. Pero, aveces el amor daña. ¿No es así?
En todo el salón se escuchó como el timbre sonaba, eso significaba que las clases habían terminado. Sonrió alegre, esperó a que todos salieran del salón y tomó sus cosas decidida a regresar rápido a casa.
Si se quedaba otro momento, la lluvia le iba a tomar y no quería pescar un resfriado.
Se encontraba caminando por las arboledas del instituto hasta que vio una cabellera rubia de espaldas.
—¿Lisa? -Susurró Jennie sorprendida-
—Jennie, al fin llegas. -Respondió Lisa con una sonrisa-
Una sonrisa apareció en su rostro. Por más que el tiempo pasaba, sabía que nunca iba a olvidar ese día.
"03/11/16"
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Abran la herida. | Jenlisa
Fanfiction-¿Todavía la amas, Jennie? -Se preguntó para ella misma. Dió un suspiro y sintió cómo su corazón se rompía en miles de pedazos. "Sí. Nunca dejé de hacerlo." "Voy amarla toda la vida."