INTO THE LIGHT #2 - k.sj × k.th [Cmpt✔]

La calma

-Woah... -soltaba sin aliento.

No podía explicar la revolución en mi interior y el dolor placentero en mi cuerpo. No sabía lo que deseaba hasta que SeokJin me lo había dado.

- ¿Estás bien? -preguntaba a mi lado.

Parpadeaba con pesadumbre, pero me acomodaba de lado para verlo. Sus ojos brillaban y su frente también, a causa del sudor. La misma estaba descubierta, con su cabello hacía atrás y mi mano no pedía permiso para acariciar su rostro.

-Tae... -llamaba nuevamente.

-Estoy muy bien -susurraba, viéndolo en detalle.

- ¿Lo dices en serio? porque si no te gusto, lo entenderé por completo -comenzaba a hablar sin parar-, no todos los hombres amantes del mismo sexo tienen que gustar de esto y está totalmente bien... - «Dios, no cierra la boca. No la cierra...»- No me sentiré ofendido si no quieres repetirlo-...

-Dios, te extrañe -susurraba bajo.

SeokJin fruncía el ceño-. ¿De qué hablas? no hemos estado separados lo suficiente para que digas eso...

-Pero no dejas de hablar...

-Si, bueno es un maldito defecto -añadía.

-Y por eso te extrañe -repetía-. Estabas tan callado desde qué... -cerraba mi boca.

No quería arruinar el momento, no quería perder a éste SeokJin. Estaba casi de vuelta, una parte de él era ese chico que no se quedaba callado. Ese chico ruidoso...

- ¿Entonces si te gusto?

Mordiendo mi labio asentía y agregaba-. Me hiciste correr dos veces y gritar tu nombre. ¿Por qué lo dudas?

SeokJin se acercaba a mi con una sonrisa pacífica en su rostro y me abrazaba de la zona de la cintura para acercarme a él.

-Es una lástima que no puedas leer los pensamientos porque todos son positivos, buenos... Y sucios.

SeokJin reía sonoramente, pero era una sonrisa grave. Era jodidamente sensual, se veía precioso y justo ahora, aquí, en este momento, con este SeokJin era donde quería quedarme para siempre.

-Te encanta la palabra sucio relacionada al sexo ¿cierto, dhampir? -me cuestionaba, besando mi nariz y atrapando mi labios en un fuerte chupón.

Riendo ante aquello deseoso de más, cruzando mi pierna encima de su cadera y suspiraba.

- ¿Podemos quedarnos así? -le preguntaba.