👄4✨Primer beso✨4👄

1.6K 193 57
                                    

ESPECIAL SAN VALENTÍN

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ESPECIAL SAN VALENTÍN

-¿Y qué tal si te confiesas?- Dijo Horacio llevándose una tostada a la boca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿Y qué tal si te confiesas?- Dijo Horacio llevándose una tostada a la boca.

- Estás loco, ni de coña. - Dijo Gustabo mirándolo inmediatamente, casi escupiendo el café por la propuesta.

- A mi me funcionó y gracias a ello estoy con Volkov.- Horacio se levantó y dejó su plato en la cocina, aún atento a la contestación del rubio.

- Pero eso es otra cosa, se notaba que había chispa entre vosotros. Yo y Conway no tenemos nada de eso.- Dijo Gustabo algo inseguro.


- ¿Me lo estás diciendo enserio? Gustabo, estás súper ciego. Si hay una tensión sexual entre vosotros que se puede cortar con tijeras.- Dijo Horacio entre risas sentándose al lado del rubio, el cual estaba terminándose el desayuno.

- Para ti todos están enamorados de mi Horacio, vives en un mundo de fantasía.- Dijo el rubio rodando los ojos.

- ¿Qué pierdes en intentarlo? Además, es San Valentín, aprovecha la ocasión.-  Dijo Horacio con ilusión, intentando animar a su amigo.

- ¿Qué quieres? Que le pregunte
"Me gustas, ¿Te gusto?". Perdería mi dignidad, mi orgullo.

- Bueno, pues no se lo digas con palabras si se te dan mal. Ya sabes...- Dijo Horacio elevando las cejas continuamente en modo de insinuación.

- ¿Con una carta? No te entiendo Horacio.- Dijo el rubio desinteresado.


- Bésale.


- JAJAJAJ ¿Estás de coña? Dios Horacio, parece que no conozcas al viejo.- Dijo con sarcasmo a la vez que se levantaba de la mesa.

- Bueno, es mejor que no hacer nada. No me quiero ni imaginar lo que es querer a una persona desde las sombras. Si te confiesas puedes llevarte el no, pero quién sabe si te llevas el sí.- Dijo su amigo.

- Vamos a llegar tarde al trabajo. Vístete rápido.- Dijo Gustabo sin responderle.

- 10-4.

















Entraron a comisaría e inmediatamente Horacio despareció de su vista nada más ver al ruso. Lo de siempre.

El superintendente se encontraba en la armería recargando balas.

El rubio entró y se dispuso a coger su armamento ante la atenta mirada del pelinegro.

- ¿Ya no saludas a tu puto superior o qué?

- Buenos días, superintendente.- Le respondió algo robótico por los nervios. Seguidamente salió de allí como si hubiera visto al mismísimo diablo.

El pelinegro observó su marcha con intriga, se estaba comportando muy raro.

El resto del día el rubio lo pasó huyendo y evitando al pelinegro todo lo que podía. Cada vez que le miraba las palabras de Horacio rondaban en su mente.

Jack Conway se dirigió a su despacho. Estaba de muy mal humor, el rubio le había ignorado por completo durante todo el día como si fuera una mierda. Inmediatamente agarró la radio y solicitó la presencia del ojiazul.

Este se encontraba en el vestuario junto a Horacio, cuando escuchó la llamada de su jefe.

Ante esto, Horacio le dirigió una mirada traviesa y le dió una cachetada en el trasero para seguidamente salir del vestuario susurrando un "suerte".

El rubio ante esto, terminó poniéndose aún más nervioso de lo que se encontraba.

A paso lento se dirigió al despacho de su jefe. Antes de entrar suspiró y seguidamente abrió la puerta.

- ¿Necesita algo?- Dijo el rubio lo más tranquilo que pudo.

El pelinegro se aproximó hasta quedar enfrente del rubio, mirándole duramente.

- ¿Qué mierda te pasa hoy? Has estado distraído durante todo el puto día y también me has estado evitando.- Dijo el pelinegro en un tono serio.

Gustabo miró al suelo intentando procesar los nervios. Carraspeó y le miró a la cara intentando responder algo. Pero las palabras no le salían.



Nunca en su vida había estado tan nervioso.



- ¿Vas a hablar o te tengo que ha-

El rubio interrumpió al pelinegro agarrándole de la corbata para acortar la distancia de manera más fácil. Fué un beso corto, sin movimiento alguno. Un pico, que duró 3 segundos.

Cuando se separó observó y esperó la reacción del pelinegro. Este estaba estático sin mediar palabra. Los dos se mantuvieron en un silencio incómodo durante unos segundos.

Finalmente, con la poca dignidad que le quedaba, Gustabo salió del despacho del superintendente cerrando la puerta detrás de sí.

Se dirigió a la salida pensando en lo que acababa de hacer, y preguntándose por qué había decidido hacer aquella locura.

De mientras, el superintendente más temido de los santos se encontraba en su despacho intentando relajar los latidos acelerados de su pecho. Qué, sin razón alguna, habían hecho acto de presencia.



Mierda.









✰ɪɴᴛᴇɴᴀʙᴏ ᴍᴏɴᴛʜ 2021 - ɴᴀɴᴄʏꜰʟʏɴʜ✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora