I Don't Like You! [JS]

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Capitulo siete: La propuesta

En un ágil salto, tomó la jugosa y rojiza manzana entre sus manos.

El campo de manzanas se alzaba con orgullo frente a sus orbes, troncos fuertes y saludables, hojas verdes, brillantes e hidratadas.

La cosecha estaba perfecta ese año.

Sin más, la frotó contra su limpia camisa antes de darle un gran mordisco, sus ojos rodaron del placer por lo dulce y fresca que se encontraba.

Siguió degustando el manjar con gusto, hasta que un aroma conocido se asomó con furtividad a sus fosas nasales.

Volteo con rapidez.

-Pero mira que buena es la defensa del rey- Jimin apareció observando de pies a cabezas al mosquetero frente a él, deteniendose especialmente en aquellos ceñidos pantalones.

Nunca lo había visto usando unas ropas tan tentadoras.

En un acto reflejo(muy tonto cabía recalcar), Yoongi también bajo la vista a sus vestimentas, solo fueron unos insignificantes segundos, antes el flautista arrebate de sus manos su espada de un golpe sus manos y la mandé lejos suyo.

El mínimo gruño regañandose por tal estupidez suya e intentó acercarse rápidamente, pero la voz de su contrincante lo hizo parar en seco- ¡Eh, eh! Si tomas esa espada, no dudare en usar esto- enalzo su flauta- y haré que te quites esos bonitos pantalones ajustados, cariño- amenazó con una gran sonrisa socarrona en el rostro.

-Que amenaza tan indecorosa- Yoongi sentía sus bigotes vibrar y su cola felina esponjarse de la rabia que se acumulaba en su interior.

-No es nada personal, precioso, no es mi culpa que antes desfilando esas bonitas piernas frente a mí con tanto descaro- se llevó la palma a la frente en un exagerado gesto, sintiendo su sonrisa crecer ante lo furioso que se veía el lindo gatito. Ah, no podía negarlo, ese rostro redondito todo rojito le encantaba.

-Eres un...

-Un sátiro, alcornoque, malvado, muy despiadado y descarado, lo sé, amor- Jimin río cubriéndose la boca aún con la flauta en amenaza de ser tocada- en fin, dime, ¿Qué haces por aquí? Que bonita coincidencia, también venía por unas manzanas.

Habría que admitir, Jimin se estaba divirtiendo de hacerlo enfurecer, o mejor dicho, avergonzarse.

-Debes comprarlas, no puedes tomarlas solo porque sí- habló entre dientes mientras observaba al rubio tomar su preciada espada, y prácticamente jugar con ella, ¡Que descaro, una burla completa!.

Era indignante.

-¿Y por qué tú sí?- cuestionó tomando el mango de la espada y girandola de un lado al otro. Un movimiento en falso y se rebanaba una pierna.