I Don't Like You! [JS]

° · ꒰ఎ( :̲̅:̲̅:[̲̅:Epílogo:]̲̅:̲̅:̲̅:̲̅)໒꒱ ·°

Por décimo sexta vez en la mañana, Hoseok suspiró.

Sus pies iban con cuidado por el puerto aquel alba, mientras observaba con algo de impaciencia el mar celeste, de toques naranjos por el astro.

Se sentía cálida la delicada luz contra su rostro, era lo único agradable de ir allí todos los días.

Esperando a Yoongi, todos los días.

Él se lo había prometido, así que creería firmemente en ello, él volvería junto a aquel tarado del cual siquiera conocía el nombre.

Aún recordaba aquella tarde de su huida como si fuera ayer, el miedo que lo invadió en la espera del rey, por un momento había creído que le cortarían la cabeza.

La flauta que tanto conflicto había causado fue incinerada ese mismo día.

Jin seguía siendo su amigo, y con el paso del tiempo, cuando dejaba el mundo de la realeza dándole el trono a su hijo, se convirtió en su mejor amigo.

También NamJoon, fuera de su papel como ayudante del rey, era un hombre muy agradable, sabio y divertido, dejando de lado aquella facha intimidante que daba, hasta le daban ganas de darle mimos, pero a SeokJin no le gustaba mucho esa idea que digamos.

La espada de Yoongi la conservaba él, con las esperanzas de entregársela cuando vuelva.

Inhaló el aroma petricor que había en el aire, observando con aburrimiento monótono como los pasajeros bajaban al puerto, le dolía admitirlo pero aquella flama de emoción ya no se instalaba en su estómago cada vez que un barco se detenía en el reino.

Rascando su nuca, esperó un poco, solo un poco más observando la masa de gente antes de dar media vuelta y volver a su hogar.

Mañana sería otro día de espera pensó tratando de animarse.

-¡HOBI, HOBI!.

Sus pasos se detuvieron en seco.

Sus ojos se expandieron totalmente volteando antes de que un cuerpo salta sobre él y lo mandé sobre el pasto.

-¡Yoongi!- chilló levantándose bruscamente.

El rubio observaba distante, aunque una sonrisa amenazaba con surgir en sus labios, el rostro de Hoseok se veía tan divertido.

-Pero dí algo- se quejó el felino bajando las orejas- ¡Auch!

-Eso fue por hacerse esperar dos años- Afirmó el pelirrojo con la boca fruncida.

-Y uno creyendo que lo recibirían con abrazos- se quejó frotando su frente por aquel coscorron.

Por primera vez en la mañana Hoseok río antes de abrazarlo por los hombros.

-Te extrañe... Ya había creído que ese que ni su nombre sé te tiro por la borda en cuanto pudo- bromeó haciendo a Jimin fruncir el ceño y a Yoongi reír.