Revenge of the monster (Jakenoo, Harudam, Jilix)

Prólogo.

Ya no quiero vivir.

No quiero que ese señor siga viviendo con nosotros, mi madre esta muy ciega y se niega en dejarlo, ya no quiero que me toque. Le tengo mucho asco, me siento tan sucio, tan usado ¡Me siento una basura! Aquel hombre me dijo que las personas usadas ya no los quiere nadie ¿Es eso cierto? Porque pienso que es verdad, no merezco el amor de nadie y morire solo.

Si tan solo hubiera muerto en ese accidente contigo padre, o mejor dicho; ojala hubiera sido yo el que hubiera muerto en aquel accidente, y no tú, papá. Porque así mamá y tú igual serian felicides con otros hijos.

No quiero seguir con esta vida, yo antes era un niño feliz y muy social.

Pero desde que llego ese señor a nuestras vidas....

Todo cambio.

La vida de mi yo de niño se fue, para siempre.

Mi vida se volvió un completo infierno.

Si esta carta llega en manos de alguien, por favor, pido que vayan a la dirección que dejare al final de la nota, necesito que se lo lleven a la cárcel a ese maldito monstruo.

Ese maldito monstruo que vino a arruinar mi vida.

Att:
K.S.W.

(.........)

El peliblanco guardo aquella carta en un sobre, se miro en el espejo que tenia en un costado de su habitación, sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar, en su mejilla habia un moretón morado, ¿Su aparición en su rostro? Fue causada por aquel hombre malo que el adolescente le temía. Suspiro mientras algunas lágrimas caían por sus mejillas, agarro un papel para sonarse la nariz y sus lágrimas.

Se levanto de la silla para dirigirse a la puerta, le saco los tres seguros que esta tenia, abrió la puerta y salio de su habitación.

Al estar abajo se dio cuenta que no había nadie, hizo un puchero y salio de su casa.

Miro como había chicos de su edad y niños en las calles con sus amigos o jugando, apretó sus labios mientras seguía caminando aunque no sabia donde iba a ir, solo no quería estar en su casa.

Miraba para todos lados ya que había mucha gente en la calle, era normal de aquella ciudad, pero para él; eso le ponia nervioso.

En un momento por estar distraído. Sintió otro cuerpo contra el suyo, provocando que se cayeran al suelo.

.-¡Oye! Ten más cuidado - Dijo el adolescente de dieciséis años.

.-No, tú ten más cuidado - Dijo el otro adolescente con el ceño fruncido.

.-Aja, no tengo ganas de pelear, solo recogeré mi carta y me largo - Dijo el peliblanco, apretó sus labios cuando vio varias cartas en el suelo.

.-Ay, Dios mio. Por el choque también tire las cartas que vinieron de mis abuelitos de australia para mi papá - Dijo el castaño mientras recogía sus cartas.

.-Seguro la mía es esta - Dijo el menor y la agarro, se levanto del suelo para así irse lo más rápido que pudo.

Dejando al otro joven acomodando sus cartas, este vio como ese chico se iba y negó para así irse a su casa.

(........)