Capitulo 20

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Bia
Ya ha pasado 1 mes desde que con Manuel descubrimos que Mara nos engañó todo este tiempo y la verdad me sigue doliendo su traición, pero Manuel me dice que tengo que seguir adelante... El me ha estado apoyando todo este tiempo y es maravilloso, en realidad estamos en nuestro mejor momento, aunque hay algo que me inquieta... La verdad hemos estado saliendo hace unos meses y aún no tenemos nada serio, ya se que estamos casados, pero es diferente... Quizás vio mi lado vulnerable y ya no me quiere, porque no me ha dado indicios de que quiere algo serio conmigo, en realidad... Está rarísimo; Sale sin avisar, hay veces que le entran llamadas y se aleja para que no escuche y todo es preocupante. 

Estaba metida en mis pensamientos hasta que sentí que alguien entró en la habitación y me di cuenta de que era Manuel. Se acercó y se sentó en la cama. 

Manuel: Bia ¿Quieres ir a cenar hoy? 

Se le oía ¿Nervioso? quizás me va a pedir el divorcio para irse con otra chica

Bia: Claro, pero... ¿Por qué sería? -Dice con curiosidad- 

Manuel: Es 14 de Febrero -Dice con una sonrisa- 

¡Es 14 de Febrero! Se me había olvidado... La verdad siempre pasaba estas fechas por alto, ya que nunca tuve con quien salir románticamente... Hasta hoy, o eso creo

Bia: Ah si es cierto -Dice apenada- 

Manuel: Típico de Bia -Ríe- Lo olvidaste ¿No? -Dice y Bia asiente- Bueno no te preocupes, te pones ropa formal, nos vamos en unas horas 

Bia: Ok, te voy a estar esperando -Dice con una sonrisa y Manuel se la devolvió- 

Cuando Manuel salió, fui directo al armario para ver que me podía poner, pero no encontraba nada elegante, o no para la ocasión... Y fue ahí cuando entré en pánico. 
Empecé a sacar ropa como loca y la que no me gustaba (Toda) la tiraba en el suelo, hasta que se acabó y me preocupé aún más. Era demasiado tarde para ir de compras, faltaban solo unas horas y era imposible ir, no sabía que hacer. Salí del armario y cuando salí vi una caja en la cama con una tarjeta con mi nombre. Rápidamente lo abrí y había un vestido, lo saqué de la caja y era hermoso... Era largo y por la parte del torso tenía unas piedras hermosas y lo que restaba del vestido era una tela rosa palo... Quien lo haya comprado me conocía perfecto como para saber que me gustaban estas cosas. Vi la tarjeta de vuelta y me di cuenta que tenía algo escrito por detrás y decía: "Sabía que no ibas a tener que ponerte y que te ibas a estresar, así que yo mismo compré un vestido para ti y me encargué de que te encantara. Con amor, Manuel"

Así que el fue... Si que me conoce, pero bueno... No pierdo más tiempo y mejor me arreglo. 

Horas después
Ya estaba lista y me senté en la cama a esperar a Manuel, cuando oí pasos y supuse que era Manuel así que me levanté, pero no... Era Mara y cuando me vio me miró de arriba a abajo, como inspeccionándome y después me miró mal como era costumbre en este último tiempo. No le presté atención, pero ella habló. 

Mara: ¡Vaya Bia! Te ves genial -Dice a lo que Bia se sorprendió-

¿Me acaba de decir que me veo genial?

Mara: Vas a impresionar a los del circo, digo... por algo te pusiste todo ese maquillaje y esa ropa espantosa ¿Te la compraste tú? No se ni para que pregunto, es obvio que tu la compraste... se nota por lo fea que es -Dice con burla- 

Manuel: Se lo compré yo y se ve como toda una diosa con ese vestido, ella lo luce... Porque es hermosa -Dice entrando a la habitación- 

Bia: Si, gracias Manuel... Creo que deberíamos irnos -Dice incómoda- 

Manuel: Si, vamos -Dice y ambos salen de la casa- 

Narradora
Los chicos salieron de la casa y se subieron al auto de Manuel. Durante todo el camino fueron escuchando música y fue un viaje muy entretenido. Bia por otro lado miraba a la ventana cada cierto tiempo, tratando de descifrar a donde iban, pero por más que lo intentara, esas calles eran totalmente desconocidas para ella y no lograba descubrir al lugar en donde cenarían, así que se dio por vencida. 

Cuando llegaron, Bia pudo notar que estaban cerca de un mirador que estaba totalmente vacío, no había rastro de ninguna persona, aparte de ellos. Luego de caminar unos minutos llegaron a un lugar en donde había una mesa para dos personas, con candelabros hermosos en el centro y todo estaba iluminado con velas, y luces bonitas. A un lado de la mesa había una Champañera de tripie hermosa y dentro había 2 Champagne. 

Luego de eso Bia y Manuel se sentaron y comieron tranquilamente, riéndose y divirtiéndose como ya era costumbre entre ellos, hasta que en un momento Manuel habló algo nervioso. 

Manuel: Bia... En realidad, la cena no es solo por San Valentín, sino que tengo algo muy importante que decirte -Dice muy nervioso- 

Bia: Lo sabía y la verdad ya se lo que me vas a decir -Dice algo desanimada- 

Manuel: ¿En serio? 

Bia: Si, y te entiendo... Osea ¿Quien querría estar conmigo? Te entiendo y respeto tu decisión y si quieres dejar todo hasta aquí así será y te daré el divorcio si es que lo quieres -Dice con lágrimas en los ojos- 

Manuel: ¿Qué? -Dice confundido- 

Bia: Si, Quieres terminar lo que teníamos ¿No? -Dice mirándolo a lo que Manuel le sonríe a Bia- 

Manuel: No, claro que no... Es otra cosa -Dice con una sonrisa y Bia lo mira confundida- Ven, acompáñame 

En ese momento Manuel se paró y le hizo una seña a Bia para que hiciera lo mismo y se acercara a el. Después la tomó de la mano la llevó por un camino algo oscuro, hasta que en un momento se empezó a iluminar cada ves más hasta llegar a un lugar con un gran cartel que decía: "Feliz San Valentín" y debajo de este había una gran caja. Manuel le dijo a Bia que la abriera y dentro de esta se encontró con diferentes cosas que fue sacando de a poco y dejando a un lado para seguir sacando más, hasta que ya quedaron un par de cosas y Bia pudo percibir que en el fondo había una frase, por lo que sacó las cosas que le obstruían la vista y leyó: ¿Quieres ser mi novia?. Bia se dio vuelta y miró a Manuel quien se acercó con una gran sonrisa, pero algo nervioso. 

Manuel: Bia... se que me demoré demasiado en pedirte esto, meses en realidad, pero quería que esto fuera único e inolvidable, también quería que estemos seguros de lo que sentimos y lo que me dio el empujón que necesitaba para pedírtelo fue el saber que eras la chica de los mensajes, me di cuenta de que te amo más de lo que pensé que podría amar a alguien y espero que te pase lo mismo conmigo, porque de verdad que ya no puedo vivir sin ti a mi lado... Sin tus sonrisas, tus ocurrencias, sin tu compañía, me acostumbré a ti... y quiero pasar el resto de mi vida contigo -Dice con una sonrisa- Se que el cartel dice si quieres ser mi novia, pero la verdad me gustaría que viviéramos como lo que somos, esposos. Se que no tuvimos la boda que quisimos y por eso te quería proponer algo para tenerla... Solo quiero que respondas esta pregunta: ¿Quieres ser mi novia y vivir nuestra vida como esposos? -Dice nervioso- 

Siempre fuiste tu (Binuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora