Siempre fuiste tu (Binuel)

Capitulo 25

Mara
Empecé a recordar cada una de las cosas que hice para separar a Bia y a Manuel, pero ninguna dio resultado... ¿Por qué lo hacía? Su amor es mucho más fuerte y eso quedó más que claro. Creo que estar al borde de la muerte me hizo recapacitar...
La vida es demasiado corta como para andar haciendo maldades y para enamorarnos de personas que no nos quieren de la misma manera que nosotros a ellos... De personas que no lo merecen, bueno... Manuel si se lo merece, pero el no me ama y tengo que aceptarlo y no andar haciéndole la vida imposible.

Creo que es momento de cambiar y madurar y dejar que ambos sean felices... No puedo estar toda mi vida obsesionada con Manuel. Tengo que hablar con ellos... 

Vi como un doctor entraba a la sala, era lindo... 

Doctor: Veo que ya despertaste -Dice con una sonrisa- ¿Cómo te sientes? 

Mara: Muy bien, gracias -Dice sonriendo- 

Doctor: Tus amigos están afuera, vinieron a ver como estabas y se les nota muy preocupados.

Mara: ¿Amigos? ¿Qué amigos? -Dice confundida- 

Doctor: Una chica morena, de mediana estatura y un chico de tez blanca y alto, con acento español. También hay tres chicas más acompañándolos, ellas fueron las que te trajeron al hospital. 

Bia y Manuel... No puedo creer que a pesar de todo lo que les hice ellos se sigan preocupando por mi. 

Mara: Los podría hacer pasar por favor -Dice con timidez- 

Doctor: Claro -Dice con una sonrisa- 

El doctor salió y volvió unos minutos después junto a Bia, Manuel y unas chicas totalmente desconocidas. Pude ver la cara de preocupación de Bia que desapareció por completo cuando me vio a lo que me sonrió y rápidamente se acercaba a mi.

Bia: ¿Cómo estás? ¿Te sientes bien? -Dice preocupada- 

Mara: Si, no fue nada... -Dice en tono serio- 

Manuel: Que bueno que estés bien, nos preocupamos mucho por ti -Dice con una pequeña sonrisa- 

Mara: De verdad, muchísimas gracias a ambos. Se están preocupando por mi a pesar de que les hice la vida imposible y traté de arruinar su relación -Dice apenada- 

Bia: Mara, a pesar de que lo que dices es cierto... siempre te consideramos nuestra amiga, por lo menos yo jamás deje de considerarte como tal -Dice con una sonrisa- 

Nacha: Perdón por interrumpir este momento tan lindo, pero ya nos tenemos que ir... -Dice incómoda- 

Maca: ¿Cómo que ya nos vamos? -Dice en tono serio- ¿Y la multa? ¿Y el arresto? ¿No va a pasar nada de eso acaso? -Dice desesperada- 

Icha: Perdónenla, ve muchas telenovelas y le encanta el drama, pero no sabe que acá no va a haber nada de eso -Dice avergonzada- 

Manuel: Tranquila, ¿Qué es de la vida sin aventuras?

Maca: ¿Ven? ¡Eso quiero que me digan! No que pare, déjenme vivir 

Nacha: ¡Ay Dios! -Dice tocándose la frente- Bueno... Mara, esperamos que te sientas mejor y perdónanos por ese mal rato que te hicimos pasar -Dice apenada- 

Mara: No fue nada, gracias a ustedes pude recapacitar y les debo de agradecer, ya que me hicieron reflexionar bastante sobre el rumbo que estaba tomando en mi vida -Dice agradecida- 

Icha: Entonces ¿De nada? -Ríe- Bueno... ahora si creo que es momento de irnos. Fue un gusto conocerlos a todos, espero que algún día podamos volver a vernos nuevamente -Dice con una sonrisa- 

Bia: Claro que si, me parecieron chicas muy agradables y graciosas, espero que estemos en contacto y como acabas de decir, vernos muy pronto -Dice con una gran sonrisa- 

Nacha: Bueno, nos vamos... -Dice y todas ellas se van- 

Mara: Ahora que estamos solos les quiero pedir una verdadera disculpa por todo... de verdad que me porté demasiado mal, especialmente contigo Bia -Dice muy apenada- 

Bia: Mara... como te dije, está todo bien -Dice con una sonrisa- Y Manuel... deberías confiar más en mis instintos 

Manuel: Creo que es cierto -Dice un poco apenado- 

Mara: ¿Por qué? ¿Qué hiciste, Manuel? -Dice rodando los ojos- 

Bia: Hace unos meses soñé que te atropellaban y desde ese entonces que yo me preocupé, pero Manuel me dijo que no iba a pasar nada, que era un sueño, etc. ¿Pero que crees? Resulta que si pasó -Dice y mira a Manuel- 

Manuel: Lo se... Perdón, ya no te voy a tomar de loca -Dice y la mira- 

Mara: ¿La tomaste de loca? ¿Como, Manuel? Eso es inaceptable -Dice indignada- 

Bia: Concuerdo con Mara -Dice mirándolo- 

Manuel: No, no quería decir... ¿Saben qué? Olvídenlo -Dice rodando los ojos- 

Mara: Todo lo que digas va a ser usado en tu contra, así que calladito te ves más bonito -Dice y Bia choca manos con ella- 

Manuel: ¡Ay Dios! -Dice y los 3 ríen- 

Luego de eso seguimos conversando por horas, hasta que llegó nuevamente el doctor y me revisó. Me puse algo nerviosa por su cercanía, ya que era muy lindo y al parecer eso no pasó desapercibido por Bia y Manuel quienes minutos más tarde, cuando el doctor se fue me molestaron por mucho tiempo. Yo claramente lo negué, provocando muchas más burlas por parte de ellos. 

Manuel: Mara, ya sabemos que te gusta el doctor -Dice molestándola- 

Bia: Es cierto -Dice con una cara pícara- 

Mara: No es cierto -Dice nerviosa a lo que Bia y Manuel ríen- 

Bia: Si tu lo dices... -Dice riendo- 

Doctor: -Entra nuevamente- Bueno, Mara... Ya te puedes ir a casa, según los estudios, no hubo daño más allá de los raspones -Dice con una sonrisa- 

Bia: Muchas gracias, Doctor. ¿Debe tomar algo para los dolores? 

Doctor: No, no hace falta nada. Pero si siente dolor... no le caerá mal un paracetamol -Dice y todos asienten- Bueno, ¿Alguna otra duda?

Manuel: De hecho si... ¿Cual era su nombre? -Dice para molestar a Mara- 

Mara: ¡Manuel! -Dice sonrojada a lo que Bia ríe- 

Doctor: -Ríe- Soy Guillermo, Guillermo Ruiz -Dice con una sonrisa- 

Manuel: Es un gusto 

Bia: De casualidad nos puede dar su número de celular -Dice y Mara se sonroja aún más- Es por si Mara tiene complicaciones 

Doctor: ¡Claro! -Dice y escribe su número en una hoja- Bueno, me tengo que ir. Mara, tienes que ir a rellenar unos papeles para poder irte -Dice a lo que Mara asiente y se va- 

Luego de que el doctor se fuera miré mal a los chicos, pues me dejaron en vergüenza con el doctor. Después de que ellos se burlaran aún más, me ayudaron a pararme de la camilla para luego ir a recepción a llenar esos papeles para por fin tener el alta.