Capitulo 22

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Al día siguiente 

Bia
Desperté y lo primero que hice fue sentir los latidos de Manuel. Lo miré y lo vi dormido... Sonreí pensando en lo que había pasado ayer entre nosotros, fue simplemente maravilloso, el es maravilloso. 

Traté de levantarme, pero el brazo de Manuel que me sujetaba fuertemente me lo impidió, eso y un ligero dolor en la parte inferior de mi cuerpo, ya imagino la razón. 
Me recosté nuevamente y comencé a admirar el rostro de Manuel, sus ojos, sus pestañas, su pelo despeinado... Sus labios, los que beso constantemente, los que cada vez que se juntan con los míos me llevan a las nubes. ¿Se despertará si es que lo beso? No pierdo nada con intentarlo, además no se va a molestar, eso es seguro. 

Me incliné hacia el rostro de Manuel y me fui acercando lentamente a sus labios hasta que sentí como sus labios se juntaban con los míos... Estaba besándolo y siento que me comienza a corresponder... ¡Ay por Dios! Que vergüenza ¿Qué le voy a decir?. Me separé de el a lo que me miró desconcertado.

Manuel: ¿Qué pasa? -Dice confundido-

Bia: Nada... Solo que no pensé que te ibas a despertar -Dice nerviosa- 

Manuel: Y que bueno que me desperté -Dice mientras acaricia la mejilla de Bia- Creo que me sigues debiendo algo -Dice con una sonrisa- 

Bia: ¿Yo? 

Manuel: Si, tu 

Bia: Creo que te estás confundiendo porque y... -Es interrumpida por los labios de Manuel-

Y ahí está de nuevo esta sensación, creo que es imposible de describirla. Me pone nerviosa tan solo pensar como alguien me hace sentir así, creo que jamás pensé que me podría sentir así con ninguna otra persona. 

Manuel: ¿Ves que si me debías algo? -Dice y le guiña el ojo a Bia a lo que esta solo ríe-

Bia: Si, creo que si -Dice con mirándolo con una sonrisa-

Manuel: Ven aquí -Dice a lo que Bia se acuesta nuevamente- 

Bia: Manuel... ¿Crees que deberíamos decirles a nuestros padres esto? -Dice mirándolo-

Manuel: Yo encantado de decirlo, pero ¿Tu quieres? -Dice a lo que Bia sonríe- 

Bia: Me encantaría gritárselo a los 4 vientos -Dice con una sonrisa- 

Manuel: Entonces hablemos con ellos 

Bia: ¿Cuando? 

Manuel: Mmmmm... ¿Mañana? -Dice mirándola-

Bia: Si, me parece perfecto -Dice con una gran sonrisa- Bueno, Creo que... Va a ser mejor que nos levantemos y vayamos a comer -Dice y se para-

Manuel: -Se aclara la garganta- Emm... Bia ¿Vas a ir a comer así? -Dijo señalándola-

Mire mi cuerpo y ¡Mierda! No me di cuenta que seguía desnuda por lo de ayer. Maldije internamente por eso y agarré lo primero que vi para taparme.

Bia: No, es que me voy a duchar -Dice nerviosa- 

¿A ducharme? Obviamente me iba a duchar, pero ¿No se te pudo ocurrir algo mejor?

Manuel: Okey... si tu lo dices -Dice con ganas de reír- 

Bia: Si, vuelvo en un momento -Dice y entra al baño a ducharse- 

Unos minutos después

Estaba saliendo de la ducha y ¡Mierda! Se me olvidó la toalla. Con mucha vergüenza me asomé a la puerta 

Bia: Manuel... -Dice con mucha vergüenza- 

Manuel: ¿Dime?

Bia: Tráeme unas toallas -Dice bajito, pero Manuel logra escuchar- 

Manuel: ¿Qué cosa? -Dice haciéndose el tonto? Bia, ¿Por qué no vienes hasta acá y me lo dices? -Dice molestando a Bia- 

Bia: No puedo -Dice alzando la voz- 

Manuel: -Se para de la cama mientras ríe a carcajadas- Esta bien, toma -Dice y le pasa 2 toallas a Bia- 

Bia: Gracias -Dice en tono serio y vuelve a entrar al baño- 

Luego de unos minutos salí del baño y en seguida entró Manuel supongo que a ducharse. En un rato salió y bajamos a desayunar; Cuando entramos a la cocina, vimos a Lucía y Antonio desayunando y miré a Manuel. 

Manuel: Deberíamos hablarles sobre un almuerzo entre nuestras 2 familias ¿No crees? -Susurra y Bia asiente- Emm... ¿Mamá, Papá?

Antonio: ¡Bia, Manuel! Buenos días chicos -Dice con una sonrisa- 

Bia: Buenos días -Dice con una sonrisa- 

Lucía: Buenos días a ambos -Dice con una sonrisa- 

Manuel: Papá... -Mira a Bia y esta asiente- ¿Crees que sería posible que mañana vinieran los Urquiza a almorzar?

Antonio: Por supuesto, pero... ¿A qué se debe la idea? -Dice con una sonrisa- 

Bia: Bueno... Con Manuel les queríamos comentar algunas cosas nada más. Nada de que preocuparse -Dice mirándolo- 

Antonio: Si ustedes lo dicen... Lucía, Cariño ¿Crees que podrías organizarte con Alice para mañana?

Lucía: Claro que si -Dice y todos siguen comiendo- 

El día siguió normal... Manuel y yo muy acaramelados y como siempre, Mara molestándonos y nosotros ignorándola como normalmente hacíamos. Era de noche y con Manuel estábamos acostados mientras veíamos una película abrazados. 

Bia: Manuel... ¿Como le vamos a decir a nuestros padres mañana? Con suerte le pedimos a tus padres lo del almuerzo hoy... 

Manuel: Lo se, pero no quiero ocultarles que estamos juntos... Quiero que sepan que nos amamos y que eres lo que me hace feliz -Dice mientras acaricia la mejilla de Bia- 

Bia: Yo también quiero que lo sepan, pero tengo muchos nervios

Manuel: Estoy igual, pero ya verás que todo va a salir bien -Dice con una sonrisa- 

Bia: Ok, te creo -Dice con una tierna sonrisa- 

Manuel: Bueno, Amor... Ya es tarde y lo mejor será dormir 

En ese mismo instante sentí que mi corazón se detenía... ¿Manuel me acaba de decir Amor? Esto debe ser un sueño y si lo es no quiero despertar jamás. 

Bia: ¿Cómo me dijiste? -Dijo con su respiración agitada al oír el apodo tan lindo dicho por Manuel- 

Manuel: Amor -Dice nervioso ante tal atrevimiento- ¿Está mal?

Bia: No... Solo que me sorprende -Dice aguantando las lágrimas- 

Manuel: Deberías ir acostumbrándote, eres mi esposa y te trataré como tal -Dice con una sonrisa- 

Bia: ¿Te he dicho que te amo? -Dice con una sonrisa- Eres el mejor 

Manuel: Tu lo eres. No sabes cuanto te amo -Dice y besa a Bia-

Manuel y yo nos besábamos y podía sentir el amor que nos teníamos, el me transmitía eso... El es simplemente perfecto y lo amaba tanto. Lo que siento hacia el es tan especial que no lo puedo explicar, simplemente estoy tan agradecida con Dios por habernos juntado, de una manera algo peculiar, pero el pasado ya no importa, solo el futuro... el futuro que nos espera a ambos. 

Cuando nos separamos ambos sonreímos y nos acomodamos para finalmente dormirnos. 

Siempre fuiste tu (Binuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora