IGUALES

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A pesar de tratarse de un plan arriesgado, Lisboa ha conseguido entrar al Banco de España. El Profesor y la banda lo celebran eufóricos. Tal es su emoción que nadie, ni siquiera el meticuloso y calculador Sergio Marquina, se había percatado que, en medio de todos los acontecimientos sucedidos durante esas 45 horas, había un cabo suelto que podría poner en jaque el final del atraco. Ese cabo suelto tiene nombre y apellidos y lo observa en silencio, mientras lo apunta con su arma. De repente, el Profesor siente que no está solo en el escondite, se gira y Alícia dispara.

ALÍCIA
Quieto.

El Profesor se queda paralizado, Alícia camina lentamente hacia él sin dejar de apuntarle.

ALÍCIA
Jaque mate, hijo de puta.

Sergio sube las manos. Alícia carga el arma de nuevo.

PROFESOR
Sierra... no dispare.

ALÍCIA
Tranquilo, Profesor.
No tengas miedo.

Sigue caminando hasta ponerle el arma en el pecho. El Profesor traga saliva.

PROFESOR
Por favor...

Alícia saca unas esposas de su bolsillo.

ALÍCIA
Al suelo, rápido.

El Profesor se arrodilla sin dudarlo. Alícia le coloca las esposas.

PROFESOR
Alícia, la policía anda detrás de usted, no...

ALÍCIA
Shh... no empieces, ¿quieres?
He tenido un día durísimo.

Contesta con ironía. Acerca una de las sillas, la coloca delante del Profesor y se sienta con dificultad. Echa una ojeada rápida a la sala.

PROFESOR
¿Qué hace aquí?

ALÍCIA
Mmm... pues la verdad que... no estoy segura.
¿Tú qué crees?

Sonríe guiñando un ojo.

PROFESOR
Que está tan acabada como yo en este momento.

ALÍCIA
¡Error!
Sigue intentándolo.

Se intenta acomodar bien en la silla.

PROFESOR
No hay tiempo para juegos, Sierra.

ALÍCIA
Te equivocas, Profesor, nos lo vamos a pasar de locos.

El Profesor la mira con rabia, la banda se organiza para dar paso al plan final. Lisboa observa nerviosa el monitor esperando la llamada de Sergio, Alícia la ve. Por un momento parece preocupada por verla ahí dentro, pronto le invade la rabia. Suspira.

ALÍCIA
No aprende.

PROFESOR
No sé muy bien qué es lo que pretende, pero le adelanto que no tiene nada que hacer.
Todavía está a tiempo de cambiar las cosas.

ALÍCIA
Y tanto que van a cambiar.
Para empezar, vas a dejar de hablar porque me estoy cansando de oírte decir gilipolleces.

FIN DE LA PARTIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora