The moon is beautiful, isn't it? || Larry

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- Debido al reciente brote de la nueva enfermedad, Hanahaki Disease, los hospitales están casi llenos. Las pobres victimas de esta terrible enfermedad se encuentran internadas luchando por sus vidas. Los doctores no saben qué hacer debido a que aún no se ha encontrado nada que pueda controlar que-

Harry tomó el control de la televisión y presionó el botón de apagar para luego correr a la puerta.

— ¡Ya me voy mamá!— gritó antes de salir rumbo al colegio.

El camino a la escuela ya no era lo mismo desde que comenzó la pandemia. Antes las calles estaban llenas de todos los adolescentes y adultos que caminaban rumbo a sus labores, ahora las calles se encontraban vacías debido a la gran cantidad de contagiados. Esta enfermedad había acabado con todo, hubo un tiempo en el que todos quedaron confinados debido a que se creía que se transmitía como gripa, haciendo que los estudiantes comenzaran a tomar clases por internet. Claro que esto no fue una buena idea, sobre todo para los adolescentes: el estrés aumentó, la salud mental empeoró y los círculos de amigos disminuyeron.

Pero a pesar del confinamiento, los contagios no disminuyeron, de hecho comenzaron a aumentar. Los doctores al ver esto no tenían una respuesta lógica para dar a las personas que preguntaban la causa, así que comenzaron a hacer encuestas. Después de hacer diversas preguntas a demasiadas personas se llegó a la conclusión de que esta enfermedad se daba por lo más hermoso, puro y doloroso en el mundo: el amor.

La forma en la que se contagia esta enfermedad es debido al al amor no correspondido. El efecto de esta, por más loco que parezca, es que de los pulmones de la persona contagiada comenzarán a brotar raíces, dando fruto a diversas flores que son expulsadas mediante la acción de toser. Si el amor de la persona no es correspondido antes de que sus pulmones sean completamente llenados de raíces, la capacidad de respirar se acabará y la muerte se hará presente.

Cuando se dió cuenta, el rizado ya había llegado a la escuela. El bullicio de los alumnos era menos comparado a cómo era hace unos años. Cuando se acercó a su casillero para comenzar a sacar los cuadernos y libros de sus clases correspondientes de ese día, sintió a una persona impactar con su cuerpo y automáticamente fue rodeado por dos fuertes brazos.

— ¿Cómo está el amor de mi vida?— preguntó Niall para luego separarse de él con una gran sonrisa.

— Bien hasta que llegó cierto teñido a arruinar mi día— le regresó la sonrisa.

— Sé que me amas— rió— ¿Tienes algo para comer?— preguntó a pesar de que ya estaba revisando en su mochila. El rizado observó cómo sacaba un paquete de galletas.

— ¡Hey, son mías!

— Eran— abrió el paquete y comenzó a comerlas.

Siguieron caminando mientras platicaban hasta que escucharon el timbre que indicaba que ya iban a comenzar las clases. Ese día no compartían ninguna clase así que caminaron en direcciones contrarias, no sin antes despedirse.

Cuando el rizado entró al aula de clases decidió sentarse y uno de los últimos asientos de las filas ya que no le agradaba la idea de platicar con personas de su salón. Estaba a punto de terminar su quinto grado, al igual que Niall, y cumplió los 16 dos meses atrás; pero a pesar de eso nunca logró entablar amistad con alguna persona que se encontraba en ese salón.

...

Las primeras tres clases concluyeron y sonó el timbre que indicaba el comienzo del receso. Todos los alumnos se levantaron con rapidez de sus asientos para abandonar el salón y dirigirse a la cafetería. Harry caminó entre la multitud de adolescentes hasta lograr llegar a la mesa en la que se encontraban sus amigos.

— Hola Hazz— saludó Louis con una sonrisa, haciendo que pequeñas arruguitas aparecieran al costado de sus ojos.

— Hola Lou— respondió igual con una sonrisa, mientras se sentaba junto a él. Comenzó a acomodar su almuerzo, el cual había preparado con anterioridad en su casa, en la mesa, mientras escuchaba la alegre conversación entre Liam, Zayn y Louis— dónde está Niall?

— Ni idea, solo dijo que había olvidado algo en el salón— contestó Zayn para luego darle una mordida a su almuerzo.

La platica continuó entre chistes malos y risas, pero se vieron interrumpidos por unos gritos provenientes de los alumnos en cafetería.

Los cuatro chicos se levantaron de sus asientos alarmados e intentaron averiguar el porqué de tanto revuelo, y justo en ese momento fue cuando se encontraron con un Niall muy pálido que, sin decir una sola palabra, se tiró a los brazos de Harry para luego comenzar a llorar.

— Niall, qué pasa?— preguntó el rizado con un suave tono mientras rodeaba al chico con sus brazos, más sin embargo no recibió una respuesta.

— Vamos, Niall, habla— comenzó a presionar Liam con impaciencia, ganándose una mirada reprobatoria de los demás chicos.

— Yo... yo lo rechacé— habló en un hilo de voz casi inaudible.

— ¿De qué— la pregunta que iba a formular Louis se vió interrumpida cuando el grupo de personas frente a ellos comenzó a moverse y lograron visualizar a un chico inconsciente en el suelo junto a un charco de sangre decorado con pétalos morados.

James Stewart, un chico de 14 años que cursaba su cuarto año en aquella secundaria, fue dado por muerto ese mismo día a las 11 de la mañana.

...

¿Quién diría que "morir por amor" se volvería una frase tan literal?