"all these kids suffer from affluenza"
ema llega a España para conocer a sus abuelos. De padres adinerados, es llevaba a asistir al colegio más prestigioso del país, Las Encinas. [...]
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Luego de una noche agitada, la rubia se despertó molesta y con dolor de cabeza debido a todo lo que había bebido. La alarma sonaba irritablemente una vez más sobre su mesa de noche a un lado de su cama. Después de varios minutos intentando levantarse logró hacerlo y se dirigió a su baño para asearse y luego vestirse para comenzar otro día en Las Encinas.
La noche había sido agradable. Luego de conocer a Polo la acompañó hasta la discoteca y bailó con Rebeka hasta que le dolieran los pies, incluso besó a alguien pero no recordaba su nombre. Pudo haber estado peor.
[suena "sometimes" - jack back]
Se despidió de sus padres, para luego subirse a su auto y conducir hasta la escuela igual que la mañana anterior. Dejó algunos libros en su casillero antes de entrar, se dió la vuelta para ya irse a su salón pero se llevó por delante a la mexicana que ya había hecho que le cayera mal el primer día, así que lo le dirigió una buena cara.
── ¿Podés tener un poquito más de cuidado, mamita? ─ preguntó molesta por el dolor de cabeza y la castaña soltó una risa fingida. Esta tenía puesto lentes de sol, pero eso no explicaba su actitud. ─ Te lo voy a pedir una vez nada más, ¿podrías dejar de romperme las bolas?
── Ay perdóna, ¿a caso fui yo la que te llevó por delante como un toro? Tú debes tener un poquito más de cuidado ─ copió burlona y esta solo rodó los ojos ignorando su comentario y caminó rapidamente hasta el salón y tomar asiento en uno vacío junto a un muchacho castaño.
── No déjes que Lu te moleste, va a intentar intimidarte todo el año hasta que lo consiga. Os aconsejo ─ murmuró llamando su atención. Esta lo inspeccionó medio segundo y sonrió de costado. ─ No debo meterme, ¿no?
── No hay problema, siempre necesito a alguien que me relaje cuando no estoy en mis cavales, gracias... soy Ema ─ extendió su mano para luego estrecharla con la suya.
── Ander Muñoz ─ se presentó dulcemente con una sonrisa y se conservaron en un corto e incómodo silencio.
── Muy buenos días, alumnos, lamento interrumpir, pero tengo algo que informar ─ dijo Azucena provocando que todos los presentes le prestaran su atención. ─ Cristian, vuestro compañero, tuvo un accidente anoche con su motocicleta. ─ la rubia digerió la noticia normalmente, no lo conocía pero sabía que los demás sí. Carla en especial, volteó nerviosa e inspeccionó el pupitre vacío con tristeza.
── ¿Un accidente? ¿Cómo que un accidente? ─ preguntó el castaño junto a la rubia, quien frunció el ceño.
── Parece que había bebido y chocó contra otro coche. Un vehículo que se dió a la fuga ─ explicó la mujer ganandose miradas confusas de los alumnos.─ Los que lo atendieron dicen que está muy grave y que tendrá que pasar toda la noche en el quirófano si quieren ir a visitarlo.
