28| Kira'Les

590 33 3
                                    

Aclaró:

(Parte de la historia no me pertenece, la subí para compartirla con ustedes. No olviden dejar su voto.)

Kira.

Hace tres semanas descubrí que Scott me es infiel con la novia de Stiles, Malia.

Ambos decidimos pagarle con la misma.

—Me encanta que estés totalmente depilada —susurra.

Me besa la cara interna de los muslos mientras con delicadeza me acaricia las piernas. Tiemblo. Luego me las dobla y cierro los ojos para no observar la imagen grotesca que debo dar. Entonces siento sus dedos por mi vagina. Eso vuelve a estremecerme y, cuando su caliente boca se posa en ella, doy un salto. Stiles comienza a mover su lengua como cuando lo hace sobre mi boca. Primero un lengüetazo, después otro y mis piernas, inconscientemente, se abren más. Su lengua va a mi clítoris. Lo rodea. Lo estimula y, en el momento en que se hincha, lo coge con los labios y tira de él. Jadeo.

Escucho un runrún. Un extraño ruido que pronto identifico como el vibrador. Él lo pasa por la cara interna de mis muslos y tiemblo de excitación. Y, cuando lo pasa por mis labios vaginales, un electrizante gemido me hace abrir los ojos.

—Pequeña, te gustará —lo oigo decirme.

Y tiene razón.

¡Me gusta!

Esa vibración, acompañada del morbo del momento, me enloquece. Con cuidado abre los pliegues de mi sexo y coloca aquel aparato sobre mi clítoris. Me muevo. Es electrizante. Segundos después, lo retira y siento su lengua succionarme con avidez. Poco después, su boca se retira y vuelvo a sentir la vibración. Esta vez no encima de mi clítoris, sino al lado. De pronto, un calor enorme comienza a subirme del estómago hacia arriba. Siento que voy a estallar de placer, cuando me doy cuenta de que la vibración ha subido de potencia. Ahora es más fuerte, más devastadora. Más intensa. El calor se concentra en mi cara y en mi sien. Respiro agitadamente. Nunca había sentido ese calor. Nunca me había sentido así. Me siento como una flor a punto de abrirse al mundo.

¡Voy a explotar!

Y cuando no puedo más, un gemido incontrolable sale de mi boca. Cierro las piernas y me arqueo, convulsionándome, mientras él retira el vibrador de mi clítoris. Durante unos segundos boqueo como un pez.

¿Qué ha pasado?

Al sentir que él se tumba sobre mí y toma mi boca resurjo de mis cenizas y lo beso. Lo deseo. Le devoro la boca en busca de más.

—Pídeme lo que quieras —escucho que me dice mientras me sigue besando.

Su voz, su tono al decir aquella insinuante frase me excita aún más. Le tomo la palabra y toco su cinturón.

—Necesito tenerte dentro ¡ya!

Mi petición parece convertirse en su urgencia.

—¿Tomas algún tipo de anticonceptivo? —pregunta.

—Sí. La píldora.

—Aun así —murmura—, me pondré preservativo.

Rápidamente se quita los pantalones y los calzoncillos. Se queda totalmente desnudo ante mí y me estremezco de placer. Stiles es impresionante. Fuerte y varonil. Su pene escandalosamente duro y erecto está preparado para mí. Alargo mi mano y lo toco. Suave. Él cierra los ojos.

—Para un segundo o no podré darte lo que quieres.

Obediente, le hago caso mientras veo que rasga con los dientes el envoltorio de un preservativo. Se lo coloca con celeridad y se tumba sobre mí sin hablar. Me coloca las piernas sobre sus hombros y sin dejar de mirarme a los ojos me penetra lentamente hasta el fondo.

—Así, pequeña, así. Ábrete para mí.

Inmóvil bajo su peso, le permito entrar en mi interior.

¡Oh, sí, me gusta!

Su pene duro y rígido me enloquece y siento cómo busca refugio con desesperación dentro de mí. Me ensarta hasta el fondo y yo jadeo cuando bambolea las caderas.

—¿Te gusta así?

Asiento. Pero él exige que le hable y para hasta que respondo:

—Sí.

—¿Quieres que continúe?

Deseosa de más, estiro mis manos, agarro su culo y lo lanzo hacia mí. Sus ojos brillan, lo veo sonreír y yo me arqueo de placer. Stiles es poderoso y posesivo. Su mirada, su cuerpo, su virilidad pueden conmigo y cuando comienza una serie de rápidas envestidas y siento su mirada ardiente me corro de placer. Instantes después me baja las piernas de sus hombros y me las pone a ambos lados de sus piernas. El juego continúa. Coge mis caderas con sus fuertes manos.

—Mírame, pequeña.

Abro los ojos y lo miro. Es un dios y yo me siento una simple mortal entre sus manos.

—Quiero que me mires siempre, ¿entendido?

No puedo evitar volver a asentir como una boba y no le quito el ojo de encima mientras, enardecida de nuevo, veo cómo se hunde una y otra vez en mi interior. Ver su expresión y su fuerza me enloquece. Abro mis piernas todo lo que puedo para darle más cabida y noto cómo mi útero se contrae. Tras varios envites que me rompen por dentro y me revuelven por completo, Stiles cierra los ojos y se corre tras un gruñido sexy, mientras me aprieta contra él. Finalmente cae sobre mí.

Oh carajo es el mejor sexo que he tenido, no puedo creer que Malia sea tan pendeja como para engañar a semejante dios del sexo por un simple Scott sin gracia.

Creo que ahora debería agradecerles porque ahora él es mío.

Mine's Shipps⁴ (Crossover)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora