34| Extra maratón ¾

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Ian

Durante una hora le estuve explicando absolutamente todo, no sabía cómo explicarme a mi mismo por estar tan tranquilo en este momento tan doloroso.

Él se sorprendió mucho pero en ningún momento me dejó sólo, al transformarme frente a él pensé que lo asustaria demasiado pero fue todo lo contrario.

- No estás solo, ven conmigo. - pidió tomando mi mano

- No seré una carga para ti, viviré aquí en el bosque igual como mi padre lo hizo al perder a su familia. - respondí, no quería hacerme ilusiones

- Tu vienes conmigo. - me tomo de la cintura y me planto un gran beso, le mire sonrojado.

Con algo de miedo lleve mis manos a su cuello, me puse de puntitas para tener más acceso a sus labios, el me tomo con delicadeza como si tuviese miedo de romperme.

Poco a poco fui cayendo en la hierba y el encima mío, sabía que no debería estar haciendo esto frente a mi hogar, esto es una falta de respeto hacia mí familia pero había algo que impedía que me negase.

- Ahhh-g, Stiles. - gemi al sentir sus manos deslizar por mi culo

- Estás duro. - restregó su gran paquete en mi falo sobre nuestras ropas, mordió mi oreja justo donde llevo un arete.

Su mano penetró mi ropa, su dedo deslizó con destino a mi entrada virgen. Sentir como ejercía presión, arquie mi espalda y gemi fuerte al sentir que me penetró con su dedo.

- Que delicioso. - gimió él en mi odio

Quería decirle que parara pero de mí boca no salían palabras, quería detener todo esto por respeto a mi familia pero era como si estuviera lejos de la realidad dónde no puedo ordenarle algo a mi cuerpo.

Nuestra ropa desapareció quedando expuestos, pero de un momento a otro ya lo tenía adentro.

Mi gritó debió escucharse por toda la ciudad.

Me tomaba con salvajismo pero sin lastimarme, claro que me dolía por ser mi primera vez pero sabía que no estaba siendo brusco conmigo.

Me aferré a su espalda mientras él me embestia cada vez más rápido, estaba tan excitado que me vine primero y minutos después él llegó al clímax.

Sentí mi abdomen contraerse nuevamente pero de una manera tan extraña que se me hizo muy excitante.

- Vallamos a casa, pero antes quiero darte las gracias por este momento. - me beso en los labios

- Ok. - logré pronunciar

Mi pecho dolía por lo que había hecho, sabía que eso no fue lo correcto pero es como si estuviese hechizado y no pudiese decir no.

Mis piernas temblaban, nos vestimos y salimos del bosque tomados de la mano.

(Ian no era consciente que todo esté tiempo fue observado por su familia mientras el enemigo se reía en sus caras.)

Llegamos a su casa y debo decir que es muy bonita, me dio una habitación y ropa para que tomara un baño.

Después de una largo baño salí y me cambié, me acosté en la cama y las emociones volvieron envueltas en el dolor.

- Ian... - tocó la puerta

- Adelante.

- Quería saber si quieres cenar. - preguntó con timidez

- No, solo quiero morirme, he perdido a mi familia y ahora no tengo a nadie. - dejé salir unas cuantas lágrimas que no pude retener

- No digas eso, no estás solo. Me tienes a mi. - besa mis labios, automáticamente yo correspondo dejándome llevar por su delicadeza

- Te are olvidar. - susurró

Nuestras prendas fueron cayendo una a una hasta quedar desnudos, me dio vuelta poniéndome de espalda, empezó a dejar besos por todo mi cuerpo, sus manos separaron mis nalgas y su lengua penetró mi entrada.

Temble de placer y lloriqueo por más, él, le soltó una bofetada a mi nalga respingona. Mi falo se incho dando señales de querer venirse con solo sus toques.

Plasss, tercera nalgada.

Subió hasta arriba dejando besos por mi espalda hasta llegar a mi hombro, él empezó a besar mi cuello y lamer mi oreja. Sentí como su falo ejercía presión en mi entrada y yo mismo levanté mi culito para ser penetrado de una vez.

Grité por el dolor, aún no me acostumbro, él me monto como un caballo desesperado que está tomando a su mula con gran urgencia.

Siento que su pene con cada segundo es más grande, creo que estoy alucinando.

Siento que todo me da vuelta hasta perder por completo la consciencia.

...

Pov's Normal

Stiles había hecho suyo a Ian en su forma demoníaca sin que el lobo se diera cuenta, el inconsciente lobo había pasado toda la noche con las piernas habiertas recibiendo al demonio.

Stiles había traído el alma de Derek para que presenciara todo. El oji-verde lloraba amargamente, se sentía inútil por no poder hacer nada para defender a su hijo.

Cuando Ian despertó se extrañó que no pudiese caminar durante dos días, Stiles había ejercido mucha presión y dislocó su columna y le tomo tiempo a Ian sanar, pero eso él no lo sabía.

Los días fueron pasando e Ian comenzó a tenerle miedo, no sabía por qué se sentía así. Tenía tantas preguntas pero no sé atrevía hacerlas.

- Buenos días amor.

- Buenos días cariño

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- Buenos días cariño. - contestó Stiles, ¿No que no podía amarlo? Haaa...

Ian sonrió satisfecho por esas palabras tan significativas para el.

- Te amo.

- Te amo más.

- Entonces cásate conmigo. - pidió suplicante el lobo tomando por sorpresa a Stiles

- Por ti sería capaz de todo, Ian Hale. Pero quiero ser yo quien lo proponga, quiero que ese día sea muy especial para ti mi amor. - beso con delicadeza sus labios

Ian asintió y se acostó en su pecho.

Ahora Stiles estaba metido en serios problemas, Lilith no aprobará esa relación.

Fin

Mine's Shipps⁴ (Crossover)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora