Mine's Shipps⁴ (Crossover)

32| Maratón ²/³

La manada vivía con remordimiento por lo que habían causado, cuando se dieron cuenta de la verdad ya era demasiado tarde.

Scott cayó en depresión, muy extraño de hecho pero el dolor no le dejaba vivir. Melissa al enterarse de la verdad lo corrió de casa y desde entonces no volvieron hablar, ella abandonó Beacon Hills y desde ese día no se supo más de la enfermera.

Derek lloraba como un niño, en el momento que mató a su pareja destinada en la siguiente luna llena dejo de ser un hombre lobo para convertirse en lo que más odia: un humano.

Los años pasaron y cada quién formó su familia, él se casó con una maestra pero núnca pudo olvidar por completo a Stiles.

Su castigo era vivir recordando ese trágico día, no solía dormir porque tenía pesadillas de esa noche.

Solían haber veces que no podía despertar a tal grado que era internado urgentemente en el hospital.

Su vida había acabado esa noche pero en su alma habitaba el verdadero dolor por matar a su alma gemela.

Su única alegría es el hijo que tuvo con la maestra, es un lobo nacido aún cuando él ya no lo es.

Eso lo tomó por sorpresa pero le alegro ese hecho, el linaje Hale no estaba del todo perdido.

Ahora él joven Ian Hale está por cumplir 15 años, es la alegría de sus ojos. Todos viven en la gran mansión que fue construida años después de lo ocurrido.

...

Empezaron a inquietarse, su pecho dolía. Era el mismo dolor que sentían al perder a un beta importante de la manada; No entendían que está pasando.

Los hijos de cada integrante veían preocupados a sus en padres, Derek a pesar de ser humano no se quedo atrás, su dolor era aún más fuerte.

— ¿Sienten lo mismo? ¡AHHH! — gritó Scott mientras caía de rodillas agarrando su cabeza

— ¿Qué está pasando? — preguntó la mujer de Derek mientras lo sostenía en brazos

— ¡Qué es todo esto! Por qué nos duele tanto. — sollozó la banshee, Jordan le daba masajes en su pecho mientras el resistía el dolor

Stiles miraba todo con una diabólica sonrisa, ellos no sentían su presencia. No podían verle porque él así lo quiso, su sonrisa se esfumó al percatarse de la nueva generación de la manada.

Sus manos se cerraron en puños, todo eso lo hubiese tenido él si ellos no hubieran terminado con su patética vida. Miró con recelo a los hijos de los que un día llamo "familia y manada"

Detuvo el dolor que ejercía en la manada para darles dónde más les duela, sus hijos. Ellos habían empezado a gritar de forma tan desgarradora, sangre brotaba por cada orificio, su piel se volvió roja y caliente, tanto así que salía humo por la temperatura.

— ¡No! Alguien detenga esto por favor, todos van a morir. — sollozó la pelirroja

— ¡Llamen a Deaton!

— Ya lo hice. — respondió Peter mirándo con dolor todo lo que estaba pasando

— ¡NO! — gritaron Scott y Kira al ver a su hija morir en sus brazos, ambos padres se abrazaron con el cuerpo de la joven entre sus brazos.

“──Es lo mismo que mi padre sintió cuando me dieron por desaparecido──” se escuchó una voz ultratumba

Pero ellos estaban tan sumidos en su dolor que no lograron escucharla en ese momento, excepto por una persona.