En los capítulos anteriores el peliverde pasó por muchos inconvenientes, desde ser secuestrado por integrantes de una mafia en una ciudad lejana hasta ser atacado por el jefe de dicho grupo criminal organizado. Todo el estrés que acumuló debía desaparecer de alguna forma y él tenía una extraña forma de hacerlo desaparecer.
Pero cuando estuvo en frente de Mei, lo único que le pedía su cuerpo era descansar en el regazo de la chica. Cosa que nunca antes había sentido, eso hizo que se sintiera raro y extrañamente en deuda.
Flashback
_________________________________________Mei: ¿qué haces aquí? - la chica estaba sentada en una silla y giró su cuerpo para hablar al peliverde de frente
Izuku: - estaba muy serio - Supuse que estarías aquí, realmente trabajas demasiado
Mei: ¿ya es hora de irnos? Otra vez perdí la noción del tiempo - la chica acomodó sus gafas y las puso en su frente
Izuku: ¿no te diste cuenta que el profesor y tus compañeros ya se fueron?
Mei: Relamente no ¿te sientes mal? - notó algo raro en el rostro del peliverde
Izuku: Hoy tuve el día más estresante de mi vida, ¿podrías ayudarme?
Mei: ¿qué puedo hacer? - estaba dispuesta a ayudarlo en lo que pudiera
Izuku: No tienes que hacer nada relamente.
El peliverde comenzó a caminar hacia la chica de manera inquietante, hasta que estuvo parado en frente suyo. Izuku se puso de rodillas y recostó su cabeza en el regazo de la chica.
Mei: ¿q-q-qué haces? - dijo algo sonrojada
Izuku: Hoy casi muero en un entrenamiento heroico y estar contigo por alguna razón me calma mucho, es como cuando un bebé escucha el latido de su madre ¿puedo quedarme así contigo un rato?
Mei: - comenzó a acariciar el cabello del peliverde - Claro que sí, pero te saldrá caro
Izuku: Voy a probar cualquier invento que quieras
Mei: Esta vez te lo cobrare de otra manera
Izuku: No importa, aceptaré lo que sea - quizo tocar a la chica con su mano derecha pero algo dentro suyo le detuvo y luego cerró los ojos
El peliverde se quedó con la cabeza recostada en el regazo de Mei hasta que fue momento de que ambos regresaran a sus habitaciones.
Tras llegar al edificio se puso a realizar su rutina de ejercicios y mientras lo hacía no podía evitar pensar en lo que había pasado hace escasos minutos.
A la mañana siguiente llegó a la conclusión de que debía pagarle el favor a Mei de alguna manera pues pensaba que lo que sentía era gratitud hacia ella.
Por ese motivo a la mañana siguiente se levantó temprano para preparar un bento para ambos.
Mina bajaba las escaleras con los ojos entre cerrados y bostezando, cuando vio al peliverde cocinando tan temprano pensó que era buena idea jugar con él, como lo haría con cualquier otro compañero de clases.
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Una vida tranquila
FanfictionAviso: Esta es una historia que había empezado hace año y medio que por unos motivos dejé abandonada, ahora la estoy rehaciendo desde el principio con algunos cambios, que no serán muchos al principio, pero mientras más avance la historia más se not...