Capítulo 15: Derrumbe

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N.O.

Un crujido sonó debajo del zapato de Adam, y Skeet lo hizo callar. Siguieron caminando en el decrepito lugar, los nervios salían todo el rato. Y la tortura se avecinaba.

Los parpadeos de las luces no ayudaba en tranquilizarse, ahora sentía que no pudiera jalar el gatillo si hubiera una amenaza por causa de sus manos temblorosas. Crujían las tuberías escondidas tras el techo, estaban apretandose entre sí, mientras que en el piso sólo son sonidos agudos. A veces podía sentir temblar el suelo, haciendo parecer que hubiera un tren pasando por allí.

Algo los sacó de sus pensamientos, un grito. Provenía del pasillo derecho, por al fondo, tan al fondo que no se podía ver que ocurría allá. Pero ese sonido se apagó, para luego dar un silvido e irse todo lo que venía desde allá. Intercambiaron miradas y el rubio agitó la cabeza en señal de ir, él asintió. Y ahora irían a investigar, sabían que era peligroso.

Se mantuvieron en silencio, mirando cada detalle del lugar, aún más profundo que antes. Sangre, baba, pelos. Era lo mismo, por donde vieras había eso. Estaban intrigados y querían saber porqué es lo mismo, pero ellos sabían que no querían escuchar la respuesta. Sangre, baba, pelos. Skeet se dio cuenta que esos tres elementos estaban en la cabaña donde el soldado yacía muerto. Frunció el ceño, ahora oliendo y sí, sangre. Sangre incrustada en cada muralla, cada centímetro, cada partícula de polvo que bajaba hasta el piso, en el cemento roto, en las tuberías de arriba o hasta en sus zapatos o en su cabello. Todo. Había sangre por todos lados, una matanza y cada vez que se acercaban más al lugar donde escucharon el grito era peor.

¿En dónde se habían metido?

Era horrible, el tan solo hecho de ver la sustancia roja ya le daban escalofríos. Y juraba que si saliera del campamento vivo, nunca más vería sangre de nuevo.

Al cabo de los minutos ya habían llegado, pero esta vez vieron carne atada en soga y colgadas en las esquinas. Adam alzó un ceja, sabiendo que eso era proveniente de un... humano. Skeet se asomó por la esquina derecha y Adam por la izquierda para ver si es que había alguien que se iba o venía desde allí. Pero no se percataron de que el pasillo seguía, y otro grito se escuchó proveniente de allá, rebotó en las paredes y pareció que se iba acercando, luego un pitido los ensordeció por la espalda, y se giraron. No había nada, probablemente fue el suelo de nuevo, y al momento de que Adam se girase nuevamente cayó al piso con un peso encima.Abrió los ojos, adolorido por la roca que se clavó en su espalda.

-Adam- Jadeó él, como un ángel que creían inexistente, levantándose de la comodidad de sus brazos y sacudió sus rodillas con pocas ganas, Adam hizo lo mismo y el pelirrojo vio a Skeet-. Hay que irnos.

La confusión y curiosidad lo comía por dentro. No entendia porqué lo dijo, así, de la nada y además con una mirada que imploraba piedad, pero no a él, sino que era a otra cosa. Pero no pudo pensar más de tres segundos y un sonido arrasador se avecinaba por delante, por donde había llegado el pelirrojo.

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⏰ Última actualización: Feb 26, 2022 ⏰

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