Programa de Protección para Mukoseis

Protegido

Shoto: Levántate -ordenó desde una esquina de aquel espacio de entrenamiento.

Izuku: Ugh -se quejó al intentar ponerse de pie, sentía todo su cuerpo adolorido- T-todoroki-san, podríamos...

Shoto: No. -se colocó al frente del pecoso en posición de ataque- vamos, apenas llevamos 3 horas calentando.

Izuku: ¡¿Calentando?! -exclamó preocupado- en serio no creo que pueda seguir -se quejó tratando de incorporarse.

Shoto: Necesitas controlar tu poder y para eso primero debes tener dominio completo sobre tu cuerpo -en un movimiento rápido con su pierna derecha desestabilizó al pecoso quien cayó de cara, al intentar girarse su contrincante estaba encima torciéndole la muñeca- no te quejes si ni siquiera puedes mantener tu ofensiva -ejerció más presión en el doblez.

Izuku: ¡Agh! -vio de reojo la mirada seria del mitad albino- T-todoroki-san...lo siento- Shoto lo miró confundido. Una energía verde comenzó a rodear el cuerpo del más bajo y de un segundo a otro quien se encontraba abajo era su entrenador- e-esto es lo que puedo hacer sin lastimarme ¿qué le parece?

El bicolor se mostraba apacible ante la situación, examinaba el funcionamiento del quirk en el cuerpo de Izuku comprobando que cuando la energía desaparecía su fuerza volvía a ser la misma que ejerció estando en el dormitorio.

Shoto: Eres débil -la cara del peliverde se contrajo a una de tristeza y dolor, apenado miró a cualquiera otra dirección que no sea su ¿compañero? no sabía como definirlo- ¿no responderás algo?

Izuku: No yo...tiene razón -se levantó torpemente y fue caminando hacia la esquina del baño.

Shoto: Que decepción -suspiró aún en el suelo, captando la atención del contrario- esperaba que me dijeras "lo soy, pero mi estado actual no define mi fuerza futura" o algo así -se levantó y subió las escaleras rumbo a la sala dejando al otro con sus pensamientos.

La parsimonia en sus pasos delatan que tenía sueño, esperaba que un entrenamiento desde tan temprano ayudara a avanzar más rápido pero fue contraproducente. Se sentó en el piso, no le agrada sentarse en ese sillón, todo era demasiado moderno para su gusto; debía idear una forma en que Midoriya pudiera entrenar mejor pero ¿cuál? el sonido de una llamada lo sacó de su ensimismamiento.

Shoto: Buen día, Fuyumi -le extraño que su hermana lo llamara en sus horas laborales.

Buen día Shoto ¿cómo estás? -le contó su situación omitiendo que se trataba de un poder heredado, necesitaba un consejo de alguien que tenía a tantos niños a su cargo- ya veo, es una edad algo rara para despertarlo...¿le has preguntado cómo funciona su poder?

Shoto: Pues, cómo el de su padre -(postizo) pensó.

Shoto -dijo con voz de reproche- ¿al menos sabes qué tipo de entrenamiento recibió antes? -el silenció que siguió a esa pregunta le confirmó que no- por las barbas de nuestro padre, no sabes nada de ese muchacho.

Shoto: ¿Qué tiene que ver saber cosas triviales con su formación? el necesita entrenar arduamente si quiere al menos poder defenderse.

No, Shoto, suenas como papá. Lo que él necesita es un buen maestro -respiró hondo antes de proseguir- un amigo sería lo mejor.

Shoto: Fuyumi, ya te he dicho que no me intere -un llanto se escuchó al fondo de la llamada.

Lo siento Shoto me tengo que ir, uno de mis niños se cortó con un pedazo de papel. Toma en cuenta lo que te dije, hasta después -finalizó la llamada.

Shoto: ¿Amistad, en serio es lo mejor que puedes ofrecerme de consejo hermana? esto no es My little pony -su lado derecho comenzó a enfriar parte de la estancia, le disgustaba no tener la situación bajo control- maldición... -una presión se instaló alrededor de su cintura.