Programa de Protección para Mukoseis

Epílogo

Un nuevo día en la UA, uno donde todos los estudiantes volvían a sus rutinas normales: clases, prácticas, ataques de villanos, etc, lo usual. Más este día sin duda iba a ser un tanto diferente.

La fresca brisca golpeaba los mechones delanteros del menor de los hijos de Endeavor, algunas hojas revoloteaban por el camino y se posaban grácilmente en la acera o como una, en su cabello.

Listo -dijo una voz a su espalda- creo que podría conservarla, ya sabes, como un recuerdo de este día.

El heterocromático giró sobre su propio eje para encontrarse frente a frente con un chico de cabellera verde sonriéndole dulcemente, en una de sus manos sostenía aquella hoja que no hace mucho estuvo en su cabeza.

Shoto: ¿Cómo la alcanzaste? -preguntó divertido al ver el puchero del pequeño.

Izuku: Seré bajito, Sho-chan, pero soy ágil -respondió guardando la hoja en uno de los cuadernos de su mochila.- ¿vamos? -señaló el gran edificio al que se dirigían.

Shoto: Vamos -le extendió su mano la cual aceptó gustoso.

Por el camino recibieron un sin número de miradas curiosas, algunas de sorpresa absoluta y otras de completa curiosidad.

Izuku: Um esto es algo incómodo -miraba sus nuevos zapatos rojos.

Shoto: ¿Te da vergüenza que nos vean juntos? -no estaba molesto, solo preocupado.

Izuku: ¡Jamás, Sho-chan es simplemente el chico más apuesto y maravilloso de todos! -exclamó recibiendo más de un par de miradas -Uh...es sólo que -ignoró al resto y siguieron su curso- yo no soy alguien de renombre y apenas voy a iniciar este nuevo capítulo en mi vida...me siento como un intruso.

Shoto: No lo eres -se detuvieron en la puerta de su salón- te mereces todo lo bueno del mundo Izu, esto es tan solo una pequeña parte de lo que te espera. 

Afianzaron su agarre y entraron al salón, Izuku jamás espero chocar con alguien en su primer día.

Izuku: ¡Ah, lo siento mucho! -se disculpó apenado.

Katsuki: ¡Un lo siento tus huevos! -se acomodó un poco su cabello- ni para mirar sirves.

Shoto: Izu ya se disculpó contigo Kats -lo llamó así para que el enojo del chico pasara a él.

Katsuki: ¡¿Qué te dije sobre que me llames así malnacido?! -lo sujetó del cuello de la camisa.

Shoto: Que yo recuerde mi parto fue natural.

All Might: Esos tres se llevan muy bien ¿cierto, Aizawa-kun? -habló desde afuera del aula junto al pelinegro.

Eraserhead: Como tú no los tienes que soportar -frunció el ceño.

Mina: Ese chico es muy lindo ¿no lo crees Uraraka? -cuchicheaba con la pelicafé desde sus asientos.

Uraraka: Sí y muy tierno ¿ya viste sus mejillas? ¡Tiene unas lindas pecas! -rieron como dos chiquillas enamoradas.

Shoto: Oigan, ustedes dos -las llamó a ellas pero todos los del salón le pusieron atención- tienen razón –agarró al ojiverde del mentón y lo besó- mi novio es muy lindo.

Casi todos (menos Bakugou) incluyendo a los dos maestros que estaban afuera se quedaron con la boca abierta ante el acto tan amoroso de uno de los chicos más serios de toda la academia.

Izuku: ¡Sho-chan! –cubrió su rostro enrojecido, aún no se acostumbraba a las muestras de afecto de su pareja, siempre eran cuando menos se lo esperaba y su corazón de pollo sufría las consecuencias.

Eraserhead: Ejem –todos repararon en su ingreso- a sus asientos e intenten mantener sus muestras de amor en privado.

Katsuki: Bastardos exhibicionistas –dijo una vez sentado.

A los segundos la puerta del salón se abrió de golpe.

¡Dis-disculpen la interrupción! –un chico algo agitado se hizo presente.

Katsuki: ¿Kirishima?

Kirishima: ¡Blasty! Que bueno, no me equivoqué de salón –hizo una reverencia al maestro antes de entrar y dirigirse al rubio- olvidaste tu desayuno cuando saliste hoy de mi casa esta mañana, mamá te lo preparó con mucho cariño.

¡UYYYY! –se escuchó decir a la clase 1A

Katsuki: ¡Cierren el pico malditos extras! –le arrebató la comida al pelirrojo- gracias –musitó

Kirishima: De nada bombitas –le dio un beso en la mejilla- ¡te esperamos en casa para el almuerzo familiar! –dicho eso salió del salón.

Shoto: ...¿decías?

Katsuki: ¡OH YA CÁLLATE! –sus mejillas poseían un leve sonrojo.

Las risas no se hicieron esperar, Midoriya reía encantado de poder formar parte de esta clase, ya no se sentía tan mal por entrar en un poco más de mitad de año lectivo.

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Izuku: ¡Estaba muy entusiasmado porque lo conocieras! –se puso de cuclillas junto a su enamorado- él es Todoroki Shoto, mi pareja, mamá.

Se encontraban en el cementerio un fin de semana, habían ido a la florería y llegado al actual lugar.

Shoto: Un gusto conocerla, señora Midoriya –depositó en la lápida unos girasoles- su hijo me ha hablado mucho de usted en este último mes que llevamos saliendo –acarició los rizos de su chico que lloraba por lo bajo- aunque no pude hablar con usted en vida, le estoy eternamente agradecido por darme el regalo más grande de todos –le limpió los restos de lágrimas- su hijo. Lo amaré y cuidaré toda mi vida, así como usted lo hizo durante la suya.

Izuku: Te amo muchísimo, Sho-chan –unió su frente con la de su compañero.

Shoto: Y yo te amo a ti, mi pequeño Izu –se apartó un poco para darle un corto pero dulce beso en sus regordetes labios.

All Might: Jóvenes. –miró la tumba de su esposa mientras los dos chicos se pusieron de pie y caminaban a la salida del cementerio para darles privacidad- Nuestro hijo ha crecido, mi amada Inko –miró como su hijo y pareja se alejaban riendo tomados de la mano- ahora es su turno.

El viento se llevó consigo flores marchitas de los árboles, dando lugar a la aparición de otras que florecerán junto con ese nuevo amor.