Oye capitán, ¡me gustas! ➜ ᴋᴏᴏᴋɢɪ

10

—Estaré arriba viendo todo —susurró Jun—. Cualquier cosa, di rana y yo salto.

—Claro —rio Yoongi y asintió ante la señal de Hoseok—. Bien. Última oportunidad para ingresar al equipo. ¿Quiénes son los valientes?

Dos chicos se pusieron de pie.

—A la cancha.

—Ese chico sigue dándome mala espina —dijo Hoseok—. Si no lo necesitamos. ¿Por qué lo dejas intentarlo?

—No se le niega la oportunidad a nadie, Hobi —respondió Min jugueteando con el balón.

—Es una regla que respetamos, pero el nuevo no ha dejado de mirarte, Yoongi. Él lo sabe y lo último que necesitamos es tener problemas.

—No vamos a tener problemas. Yo no lo tendré.

—Entonces déjame decirle que no lo necesitamos.

—Aunque no lo necesitemos él no lo entendería porque no viene con intenciones de entrar al equipo, viene con intenciones de desquitarse conmigo. Va a sentirse directamente atacado si le decimos que no lo necesitamos.

—Pero es la verdad y todo el equipo lo respalda. Él no viene por el básquetbol viene por Jeon.

—Sea cual sea su motivación es su problema no el mío —frunció el ceño—. Él está en mi cancha, bajo mis reglas. No te preocupes.

Eunwoo se acercó con una sonrisa.

—Oye capitán ¿por qué no vas tú a la cancha y le das clases? —sugirió Cha.

Yoongi miró con sorpresa a Cha Eunwoo, ya que de él esperaba que le pidiera consideración por Park Jimin o incluso apoyo, menos que le pidiera que fuera él a enfrentarlo personalmente.

—Hyung, si voy a la cancha lo que menos querrá será usar la pelota y ninguno de ellos está postulando para armador.

—Pero tampoco buscamos escolta y Park está ahí por posiciones que no necesitamos.

—Tu amigo no viene por el básquetbol, hyung —espetó Hoseok con seriedad.

—Ese chico no es mi amigo, Hoseok y mucho menos juega básquetbol.

—Lo sabemos —dijo Yoongi—. ¡Jung y Choi van a la cancha!

Jungkook que recién venía saliendo de su entrenamiento se dejó caer junto a Mingyu buscando a su novio en la cancha.

—Él no es bueno para el básquetbol ni siquiera entiendo por qué va a intentarlo.

—Tu novio es terco.

—Definitivamente.

—Deberías agradecerle al capitán por enviar a Jung y al chico Choi —señaló Mingyu—, o tú novio terminaría noqueado con los demás. Son el doble que él.

—Estoy cansado.

—Y solo es viernes.

—Sabes a lo que me refiero. Ugh, le contaron el maldito chisme.

—Jimin es un maestro para juntarse con quienes no debe.

—Estoy seguro de que esto no traerá nada bueno. Mierda, lo conozco y sé que algo está planeando...

—No voy a decir nada porque tú mi amigo nunca me escuchas y estoy cansado de repetir lo mismo —murmuró Mingyu—. Si dices que es horrendo para el básquetbol entonces no va a quedar.