Receta para el desastre - Geraskier/ shortfic.

Final

Geralt acomodó el elástico del gorrito de Ciri para que no se cayera, la rubia le dio un abrazo apretado y salió corriendo. Él la vio llegar a sus amigos para jugar con un disfraz de dinosaurio que su novio insistió días en comprar.  

Con una sonrisa boba de alejó del patio para husmear en la cocina, donde Yennefer y el castaño acomodaban los bocadillos en las bandejas. Jaskier dejó de hablar con la pelinegra para girarse a verlo. Se tan veía adorable con su gigante suéter negro y su vientre de seis meses que casi se derrite ante la vista. Con pasos apurados se acercó para rodearlo con los brazos y besarle el cabello. Jaskier rio.

—Muy lindo Geralt pero como dejas que tu novio gestante esté sirviendo todo esto. Vamos, vamos, productividad.—El peliplata dejó un beso en sus labios para recoger todo lo de la cocina y equilibrarlo hasta la mesa del patio.

—Vaya—se burló Yennefer—ya lo tienes dominado.

—Es cosa de práctica—le siguió la corriente—eso y un poco de chantaje emocional. Observa.—Jaskier caminó con cuidado hasta el sofá de la sala donde se sentó con dificultad—¡Geralt!—llamó, el de ojos ámbar estuvo ahí en dos segundos, arrodillándose frente al chico para analizar su rostro.

—¿Qué pasa cariño?¿tienes sueño? Si quieres te llevo a casa para que puedas recostarte.

—No Ger, tus hijos y yo tenemos hambre—el castaño hizo un puchero de lo más adorable. Geralt le acarició la mejilla con cariño.

—Claro amor, pediré algo de comida china. Tu favorita. 

Geralt se salió de nuevo hacia el patio marcándole al restaurante. Yennefer rió como loca.

...

Jaskier y su cajita de fideos se movieron hasta el jardín para cantarle feliz cumpleaños a Ciri, cuyo deseo pidió en voz alta y fue tener a sus hermanos a su lado lo más pronto posible.

En medio de partir el pastel, con Geralt rodeando su cuerpo con ambos brazos, Jaskier escuchó que le susurraron algo al oído.

—¿Qué?—preguntó el castaño incrédulo. Su novio sonrió con suficiencia y esta vez sacó la caja con el anillo de su bolsillo, para volver a decirle en voz alta.

—Cásate conmigo Jaskier.—el castaño sólo pudo asentir antes de echarse a llorar. Geralt colocó el anillo con cuidado en su anular derecho, completamente feliz.

Cirilla dejó el pastel chillando para lanzarlo a los brazos de su padre gritando ¡boda, boda! entre risas. 

Posaron para la foto familiar con Cirilla apoyando la cabeza en el vientre del castaño para oír el movimiento. Y Jaskier enseñando orgulloso el anillo ante la cámara. Yenn también posó su mano en el vientre del castaño cuando los gemelos comenzaron a patear.

Horas después y ya de noche la nueva familia se despidió con abrazos. Yennefer enfocó los ojos violetas en el castaño con una sonrisa cariñosa, tomando sus delgadas manos.

—Eres lo mejor que nos ha pasado Jaskier, y si algún día ese idiota te lastima, quédate conmigo para siempre—.Jaskier se rio abrazándola otra vez. 

—Ya aprendió su lección Yenn, estoy seguro que seremos muy felices a su lado.— La pelinegra asintió convencida, soltando sus manos. Cirilla y ella los despidieron en la entrada mientras el auto se alejaba camino a su propio hogar.