Capítulo IV: Presente

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Casi gano, pero hay que aprender a perder, fue mi error, el plan falló solo por mi mala calculación. Si solo Ranboo hubiese cerrado la bocaza que tiene, a lo mejor Tommy, ya no estaría.

Era Navidad, que buen día del año para un agnóstico, si Dios hubiera existido a lo mejor las llamas del infierno me quemarían una vez muerto, y me montaría una barbacoa por el subsuelo, con el calor que haría ahí.

Da igual si es el infierno o en cualquier sitio, pero me gustaría estar en un lugar más calentito, que delante de su casa, siempre nieva y hace un frío congelante, ¿Cuántos grados hacía ahí? No lo sé, pero una sudadera y una camiseta por dentro no me protege mucho de helarme.

No comprendo como me pudo si quiera llegar a gustar una persona tan maravillosa como tú, siendo yo así.

Es como Hefesto y Afrodita, estaban casados, pero Afrodita era la Diosa del amor y la belleza a comparación de su esposo Hefesto. Él era terrorífico de cara, lisiado y encima cojo, tenía el paquete completo.

Tú eres como Afrodita, un amor imposible, una Diosa en el olimpo.

Dime, ¿Cómo pudiste arreglar a Tommy? Con lo destrozado que le dejé.

¿Cómo pudiste mimarle aún con el dolor que te causó?

¿Cómo hiciste que una persona que estaba al borde del suicidio ahora esté lleno de energía y felicidad?

Has derruido todo mi trabajo, semanas de esfuerzo para que crea toda esa mentira que me inventé, y ahora ya no sirve, pero lo peor es que no me puedo enfadar contigo, porque eres tan especial, tan diferente, tan asombroso, tan todo. Aghhh...

En fin, quisiera entregarte este regalo y no tartamudear delante tuya cuando hable contigo para dártelo.

Ojalá haberme currado más el presente, pero no tuve mucho tiempo, solo eran unas cuántas pociones de fuerza, resistencia, salto etc. Si no conté mal, eran 134 pociones en total y un arco con aspecto ígneo II, Infinidad, Poder V, Irrompibilidad II y Golpeo V, lo nombré "OrphanSlayer".

Me armé de valor, salí de donde me estaba escondiendo, llevaba las pociones y el arco envueltos en papel regalo. El papel regalo tenía dibujitos de cerditos, y eso en parte me recordaba a ti, así que pensé que sería un buen detalle.

Toque suavemente la puerta de la casa de Techno, y abrió al instante

—¿Qué haces aquí?

—Te quería regalar esto.

Le enseñé los objetos envuelto en papel regalo, mis manos estaban temblando de una combinación extravagante, tanto por el frío como por los nervios, y creo que él lo pudo notar.

—Ehmm, ¿Es esto algún tipo de soborno?

—No, no lo es, solo tómalo es mi regalo para ti, son unas cuántas pociones y un arco, ábrelo.

El de orbes cinabrios estaba abriendo el regalo sin mucha emoción, pero estaba teniendo cuidado de no romper el papel, esa acción hizo que en mi cara se formase una pequeña sonrisa.

Al piglin se le iluminó un poco las pupilas al ver el contenido.

—¿Es para mí?—cuestionó el mayor.

—Sí, no me tienes que devolver nada.

Ya que tú como persona, con existir ya es un presente para mí.

—Gracias, entonces.

Se giró, y iba a proceder a cerrar la puerta. Antes de que estuviese completamente cerrada pude verle, ví a Tommy.

Llevaba el casco de tortuga y escuchaba el disco que le regaló Techno, en su salón.

Supongo que hay gente suertuda en este mundo...

No, la suerte no existe, quiero ser como él un día, entonces tendré que trabajar duro, al menos intentarlo, me da igual sudar, perder extremidades, sangrar etc. Si lo consigo.

Si quiero un futuro deseado, tengo que esforzar para cambiar mi presente.

Me dirigía a mi base secreta, porque no tenía una casa a donde volver, y escuché alguien diciendo mi nombre.

—Dream, hace mucho frío, entre que estás temblando y estás nervioso al final te resfriarás, y si te enfermas quién me va a simpear arcos chetos, ¿Sabes? Toma ponte esta capa, es gruesa y calentita.

Me puso una capa de color azulada pasteloso en mis hombros, estaba hecha de terciopelo, de cualquier manera. La capa más que mantener mi cuerpo cálido, hizo que mi corazón latiese fuertemente, tanto que sentía que mi pecho iba a estallar.

No tartamudees, no tartamudees.

—De nada, ah, digo gracias.

Soy imbécil, SOY IMBÉCIL.

Salí cagando ostias de ahí, y corrí sin mirar atrás.

Dream es un Psicópata- Dreamnoblade(Drabble) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora