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Chaeyoung's POV

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Chaeyoung's POV

Cuando llegamos al hospital, me encontré con la difícil tarea de parecer normal. 

Me había prometido acatar el pedido de Mina, repitiendo exhaustivamente aquellas palabras durante todos los 15 minutos de viaje (que en condiciones normales debieron ser 30 minutos).

"No hagas un escándalo."

"Actúa normal."

"El nerviosismo es una cosa, el pánico es otra."

—Buenas noches. Mi mujer entró en trabajo de parto y necesita ser atendida —Comencé, aguantando gritarles a las tres mujeres de la recepción. 

Como me imaginé que no me tomarían en serio, me apresuré a añadir: —El obstetra le mandó que viniera lo más rápido posible.

Una de las mujeres, tal vez notando lo mucho que me esforzaba para no explotar (o tal vez notando que Mina estaba en trabajo de parto) se apresuró en conseguir una silla de ruedas de algún rincón cerca de la recepción. 

La ayudé a sentarse con cuidado, y cuando lo hizo una nueva ola de contracciones la alcanzó. Y cada vez que su rostro se contorsionaba, tenía ganas de golpear a alguien a mi lado por no hacer nada para que su dolor desapareciera.

—Tiene que rellenar algunos datos de ese formulario... —Una de ellas comenzó, claramente no entendiendo la situación.

—¡Yo relleno lo que quieras, pero coloca a mi mujer en una habitación primero!

—¿Son las pacientes del Dr. Smith? Otra mujer preguntó.

—Lo somos.

—Ya las está esperando. Las llevaré hasta allí.

Todo lo que tuvimos que hacer fue caminar por un largo pasillo -Mina en silla de ruedas, yo con un formulario en las manos y la recepcionista caminando- entrar en un ascensor y llegar a una sala color verde claro. Y aunque eso fue todo lo que tuvimos que hacer, todo parecía tardar más de lo que tenía que tardar.

Mina no dejó escapar ningún sonido. 

Parecía querer mantener sus dolores en silencio, aunque sus contracciones fueron más constantes y aparentemente más fuertes a cada minuto. 

Sin saber qué hacer para ayudarla, y asegurándome de que nada de lo que intentara surtiría efecto, solo me quedé a su lado todo el tiempo, repitiendo cosas como "todo va a salir bien" y "ya estamos llegando."

Estaba angustiada. 

Angustiada porque no podía hacer que su dolor desapareciera. 

Y porque mi hija quería salir de ella a la fuerza. 

Y era claro que yo sabía que eso sucedería algún día, pero verla retorcerse de esa manera solo hacía todo un poco más desesperante.

—¡Buenas noches! —El Dr. Smith dijo cuando entró en la sala pre-parto. Había otras dos mujeres adentro, pareciendo ser sus auxiliares de parto, que le ayudaron con la tarea de levantar a Mina de la silla y sentarla en una cama alta.

My sweet prostitute - Michaeng G!P (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora