Chaeyoung es una mujer muy hermosa que posee algo en especial que la hace diferente a todas las demás. Sin embargo, eso no hizo diferencia en su vida.
Chaeyoung es una gran empresaria que se mueve con grandes negocios.
Mina es una prostituta de luj...
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Mina's POV
Desperté por el ruido de un pájaro cantando en alguna parte.
No recordaba haber tenido un sueño tan ligero, por lo que la sensación de ser sacada de mis sueños tan fácilmente fue extraña. Pero no me importó.
Me estiré, aún con los ojos cerrados, girándome completamente en la cama y, en el proceso, dándome de cara con Chaeyoung. Ella vestía un conjunto básico gris: pantalones de chándal y camisa simple.
Recordé que la noche anterior no llegué a verla sacarse la ropa antes de que ambas cayéramos en el sueño. Por eso, todo indicaba que ella ya estaba despierta durante algún tiempo, aunque sus cabellos todavía estaban un poco húmedos del baño que no la vi tomar.
Ella me miraba de forma seria.
Sus ojos estaban brillando aquella mañana que parecían hechos de vidrio.
—Adivina —Ella habló, todavía mirándome, a pocos centímetros de mí, con una expresión de ansiedad y sorpresa.
Aún confusa por el sueño, no me di cuenta de que parecía un poco divertida. Por eso, aquella pregunta, tomándome desprevenida, me asustó.
—¿Qué pasó? —Pregunté, ya preocupada, tratando de aclarar mi voz, aunque todavía estaba muy ronca.
—Voy a ser madre.
La miré por un buen rato, tratando de poner mis pensamientos en orden y finalmente entendiendo lo que ella estaba diciendo.
Enterré la cara en la almohada y murmuré contra este.
—¡No me asustes así!
La oí reír a mi lado, mientras besaba mi cuello de una manera tierna.
—Pero es verdad, ¿no te contaron? —Ella comenzó, respirando contra mi cabello mientras uno de sus brazos envolvía mi cintura. —¡Voy a ser madre!
—Me contaron —Provoqué, aún contra la almohada. - Incluso antes de contarte a ti.
Sentí su abrazo aflojar un poco a mi alrededor.
—Sí... Debí haber estado en ese momento.
La miré otra vez, tal vez queriendo disculparme por eso.
—No sabía lo que era... Pensé que era otra cosa... Lo siento.
—Está bien... —Ella dijo, peinando los mechones de mi cabello con los dedos, pero aún así conseguí ver un pequeño rastro de verdadera tristeza por no haber recibido la noticia junto a mí.
—Puedes seguir de cerca el embarazo a partir de ahora. ¿Ya es algo, no?
Ella sonrió de una forma un poco maléfica, y por un momento tuve miedo de lo que pasaba en su cabeza.
