Chaeyoung es una mujer muy hermosa que posee algo en especial que la hace diferente a todas las demás. Sin embargo, eso no hizo diferencia en su vida.
Chaeyoung es una gran empresaria que se mueve con grandes negocios.
Mina es una prostituta de luj...
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Chaeyoung's POV
Me desperté a la mañana siguiente con un rayo de sol que había decidido pasar por la persiana y concentrarse en mi cara. Después de unos segundos luchando contra el suelo e intentando abrir los ojos, conseguí volver en sí y entender un poco lo que me rodeaba.
Estaba boca abajo sobre un desastre que consistía en las sábanas y en el edredón blanco que solía forrar mi cama. A mi lado, una mujer de cabellos negros dormía silenciosamente, también boca abajo, con la cara girada hacia mí. Ambas estábamos desnudas, y yo sentía que sentía que mi cabeza podría explotar en cualquier momento, haciendo que algunos de mis sesos decoraran mi habitación.
Usé, lo que me pareció, una fuerza sobrehumana para levantar mínimamente el cuerpo y girar hacia el lado, con el objetivo de verificar la hora.
Me imaginaba que era tarde, pero mirando los números rojos brillantes estaba segura de algo:
Jihyo me mataría.
Es probable que ella hubiera insistido en llamar a mi celular durante las últimas tres horas al constatar que no estaba en el trabajo.
Confirmaría aquella sospecha tan pronto como encontrara el maldito teléfono.
Reuní toda la fuerza de vivir que me quedaba y me senté en el colchón. Sentí mi cerebro girar dentro de la caja craneal como si quisiera salir del lugar. Eso hizo que mis ojos momentáneamente perdieran el foco, lo que me obligó a cerrarlos y tratar de no gritar con la migraña absurda que parecía querer matarme lenta y dolorosamente.
Caminé hasta el baño, encendí la ducha y me enfadé por dentro. Traté de no pensar en nada porque pensar dolía. Salí del baño enrollada en una toalla, cepillé mis dientes y caminé hacia el clóset, eligiendo un terno femenino negro, una camisa que me parecía ser de algún tono verde.
Me miré en el espejo, me fijé si la camisa todavía tenía la etiqueta de nuevo, arreglé mis cabellos en el espejo y pasé un ligero maquillaje, destaqué mis ojos pasando delineador.
No porque tenga un pene significa que debo parecer un hombre. Volví a la habitación y vi que la mujer aún dormía.
Caminé hacia ella.
¿Cuál era su nombre? Creo que empezaba con S o C...
—Eh... —Solté, sosteniendo su hombro y balanceándolo un poco.
—Eh... —Otra sacudida, ahora con más ganas.
Ella pareció sentir, y comenzó a despertar.
¿Cómo demonios se llama? ¿Seyoung? ¿Selena?
—¿Hmmm?
—Te tienes que ir. ¡Me tengo que ir! ¡Ya son casi las 12h y, mi secretaria me va a matar!
