Chaeyoung es una mujer muy hermosa que posee algo en especial que la hace diferente a todas las demás. Sin embargo, eso no hizo diferencia en su vida.
Chaeyoung es una gran empresaria que se mueve con grandes negocios.
Mina es una prostituta de luj...
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Mina's POV
Tener a Rosé me hacía sentir extrañar más a mis padres y no sabía el por qué.
Una parte de mí quería tenerlos cerca para mostrarles la increíble obra de arte que había traído al mundo y verlos felices con una nenita linda que jamás pudieron tener. También quería mostrarles el tamaño de mi felicidad y cómo en realidad todo mejoró después de que Chaeyoung apareciera en mi vida.
Quería que ellos hubieran conocido a Chaeyoung.
Quería que ellos estuvieran aquí.
Tal vez por eso era bueno tener a los padres de Chaeyoung siempre cerca. En aquellos momentos donde mi tristeza huérfana aumentaba ellos me hacían sentir como en casa, dentro de una familia, sin nunca hacerme pensar que aquello era simplemente gentileza.
Realmente pertenecía a esa familia y eso era algo maravilloso.
Y más maravilloso aún era saber que mi hija, la personita que más amaba en el mundo, formaba parte de ella.
Aunque los cortes de mi operación todavía dolían, todo en lo que podía concentrarme era en su presencia.
Tal vez hasta podría quejarme sobre el hecho de que el parto no fue de la forma que yo quería, pero después de que el Dr. Smith me explicara exactamente lo que había sucedido y toda la dificultad del proceso (porque todo había pasado tan rápido que no tenía idea de nada) todo lo que hice fue agradecer por simplemente tener a mi hija conmigo.
Viva, saludable y hambrienta.
Wheein y Namjoon parecían radiantes con la presencia de Rosé en los horarios de visita, y todo lo que Chaeyoung hacía era mirarla como si fuera una mini bomba atómica.
Rosé era inquietantemente calmada, excepto cuando tenía hambre.
Por eso era común verla entrando en la habitación gritando en brazos de una enfermera y verla quedarse repentinamente calmada cuando alcanzaba mi pecho.
Dolía un poco.
Era violenta y nada sutil, pero no conseguía realmente sentir dolor.
El sueño parecía tomarla después de cada furiosa comida, pero ella no se daba por vencida antes de pasar algún tiempo analizando llena de curiosidad los rostros sonrientes a su alrededor.
El rostro de Chaeyoung era siempre lo que parecía llamar más su atención, y era siempre en su regazo donde Rosé terminaba durmiéndose, exhausta de la tentativa de entender quién era Chaeyoung y por qué parecía derretirse completamente por ella.
Ella, a su vez, no ocultaba su más nueva obsesión, y aunque pasaba todo el tiempo permitido a mi lado, mimándome de la forma que sabía hacer muy bien, bastaba que Rosé entrara en escena para que yo fuera inmediatamente olvidada y sustituida por la misma.
