/ᐠ - ˕ -マ⁩ 𝘼 𝙃𝙚𝙖𝙧𝙩 𝘽𝙧𝙤𝙠𝙚𝙣 ⋆ 𝙆𝙞𝙧𝙞𝙗𝙖𝙠𝙪♡!

𝐒𝐀𝐃𝐍𝐄𝐒𝐒

Se quedó por un rato ahí afuera, tratando de calmarse, y es que pareciera que las lágrimas no querían dejar de salir de sus bellos ojos color carmesí.

Pareciera que este día el mundo estaba en su contra. Del cielo empezaron a caer gotas de agua, soltó un suspiro entrecortado cuando sintió las gotas frías caer en su cabeza y poco a poco ir escurriendose hasta bajar a su nuca y espalda, haciéndole sentir un escalofrío por las frías gotas.

La lluvia poco a poco fue incrementando su intensidad, y el pobre pelirrojo ya estaba completamente empapado, tampoco es como si le importara, en ese momento nada le importaba.
Ya ni siquiera sabía cuál era la lluvia y cuáles eran sus lágrimas.

Cuando parecía que el chico ya se había secado, porque las lágrimas ya no salían de sus ahora hinchados ojos se levantó del suelo, su cabello había perdido su volumen a causa de la lluvia, ya no tenía su típica forma de picos.

Trato de exprimir su ropa, aunque era algo inútil, ya que seguía lloviendo y su ropa se seguiría mojando.

Camino sin ganas hasta los dormitorios de su preciada escuela, cuando llegó sus amigos lo llamaron, los ignoro, no quería hablar con nadie, tenía la cabeza gacha, pero alcanzo a ver de reojo a cierta pelirosa que tenía una cara de lástima al verlo así.

Los presentes en la sala común intercambiaron miradas, el pelirrojo nunca ignoraba a sus amigos, y tampoco lo habían visto así, se preguntaron qué es lo que tenía. Cierto rubio se preocupó por lo que llegará a tener su mejor amigo, frunció el ceño más de lo normal.

Subió por el elevador hasta su dormitorio, cerró la puerta con seguro, tiró su mochila al suelo, sacó su ropa mojada cambiandola por su pijama, se despojó lentamente de su ropa, ni siquiera para cambiarse tenía ganas.

Agarró su toalla y seco su cabello, se sentó en la cama, agarró su mochila, sacó sus cuadernos, y como lo suponía, estos se habían mojado. Suspiro con frustración.

"¿Que acaso este día no podría ser peor?" pensó.

Se levantó de la cama, abrió sus cuadernos, conectó su secadora de cabello, la dirigió a sus cuadernos, haciendo que el aire que salía de esta secara sus libretas.

Bostezo con cansancio. Después de terminar de secar sus materiales escolares tendió su mochila en su silla, a ver si de milagro se secaba.

Una vez habiendo hecho todo eso se tiró a la cama.

Era hora de comer, pero no tenía ganas de ver a nadie, mucho menos verle la cara a Mina.

Las ganas de llorar le entraron otra vez. No lo pudo evitar, las lágrimas salieron sin permiso alguno.

Es que juraría que la chica sentía lo mismo por él, está siempre se le abalanzaba, lo besaba mucho, siempre lo molestaba. Para el eso eran señales, que equivocado que estaba.

Habían pasado varios minutos, en los que estaba pegado al celular tratando de no recordar lo que pasó esta tarde.

Supuso que todos habían ido a sus habitaciones, ya que ya no se escuchaba algún ruido que indicara que sus compañeros seguían en el área común.

Apagó la luz de su habitación, dejó cargando su celular en la mesita de noche, se metió entre sus sábanas dispuesto a dormir, algo que se le estaba haciendo imposible.

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- Kacchan, es muy tarde, ¿No irás a dormir? - pregunto el peliverde a su amigo de la infancia.

- No, me quedaré por un rato más aquí - respondió, no parecía enojado, como era común en el, hablo tranquilo y sin ningún insulto, se le hizo raro, sin embargo no le tomó importancia.

- Oh, está bien Kacchan, descansa cuando te vayas a dormir - le dedicó una última sonrisa antes de irse a su habitación.

- Ajá - respondió sin interés.

Cuando pensó que el chico había llegado a su habitación y caminó con sigilo a la pieza de cierto chico pelirrojo.

Tocó dos veces lento y dos veces rápido. Era la forma en la que tocaban la puerta del otro para saber que eran ellos.

Kirishima al escuchar eso levantó levemente la cabeza, una ligera sonrisa apareció en su rostro, la cual no duró mucho. Sin embargo, como lo había dicho antes, no quería hablar con nadie.

Ni siquiera con ese chico rubio que tanto quería.

Se levantó para abrir, sería muy feo de su parte ignorar a aquel rubio que se encontraba preocupado por él.

- Hey Bakubro - saludo sin ganas.

- Pelos de mierda, ¿Por que no bajaste a comer? - pregunto enojado en cuanto abrió la puerta.

- Oh, no tenía hambre, me siento muy cansado, si no te molesta, quiero dormir, descansa Katsuki - dicho esto cerró la puerta de su habitación sin dejar que su mejor amigo pudiera responder algo.

Katsuki se quedó con la boca abierta.
1. Kirishima casi nunca lo llamaba Katsuki.
2. Jamás le había cerrado la puerta en la cara.
3. Jamás lo había dejado con palabras en la boca.
4. JAMÁS lo había visto así de decaído.

Lejos de hacerlo enojar lo hizo preocuparse más. Cualquier otra persona que le hubiera hecho eso estaría muerta, pero con él era un caso diferente.

Se fue a su habitación con el ceño fruncido, estaba preocupado por su amigo, pero claro, eso jamás se lo diría a nadie.

Sabía que ese teñido tenía algo, y lo iba averiguar.

Mañana hablaría con él en el receso.