/ᐠ - ˕ -マ⁩ 𝘼 𝙃𝙚𝙖𝙧𝙩 𝘽𝙧𝙤𝙠𝙚𝙣 ⋆ 𝙆𝙞𝙧𝙞𝙗𝙖𝙠𝙪♡!

𝐑𝐈𝐆𝐇𝐓𝐒

Bakugo pataleo como si fuera un niño pequeño cuando Kirishima lo tomó entre sus brazos, y empezó a correr lejos de donde se encontraba Denki, mientras Sero se acercaba a dónde estaba el antes mencionado.

— ¿Estás bien Denks? ¿Te lastimó? — preguntó el pelinegro con algo de preocupación, el rubio rió y asintió llevando sus brazos al cuello del pelinegro.

— Es divertido molestar a Bakugo, y encantador ver cómo te preocupas por mi — sonrió mientras mordía su labio inferior, el pelinegro tragó saliva, poniéndose nervioso ante la mirada ámbar que se posaba en sus labios.

— Eh… Deberías ser más cuidadoso Denks, sabes cómo se pone Bakugo, no me gustaría que te hiciera daño… — habló desviando la mirada del contrario, el cual soltó una risa por lo nervioso que podría llegar a ponerse aquel chico.

— Está bien, tendré más cuidado Sero, gracias por preocuparte por mí — dijo acercando su cara a la del contrario, sin poder evitar rozar sus labios contra los del más alto, el cual solo cerró sus ojos al sentir el contacto de los suaves labios de su amigo.

— Creo que, creo que deberíamos irnos con Bakugo y Kirishima, seguramente ya se tranquilizó, sabrá Dios que tiene Kirishima cómo para que Bakugo se comporte tan tranquilo — rió rascando su nuca mientras le extendía una mano al chico de mechón negro en forma de rayo para que así pudiera levantarse.

— Kirishima supo domar a Bakugo, como dijiste, sabrá Dios como lo hizo, es un secreto que Kirishima se llevará a la tumba — sacudió su trasero y sonrió dándole la mano a su amigo para después empezar a caminar hacia la habitación del rubio cenizo.

— Realmente Kirishima jamás nos dirá que hizo para que Bakugo no fuera tan agresivo con él — pensó en cuando recién se conocían, Bakugo era igual de agresivo con los tres como lo era con todos, pero con el tiempo, gracias al pelirrojo, Bakugo empezó a ser más tranquilo, pero solo con ellos, en serio estaban sorprendidos.

Denki solo asintió con una sonrisa mientras apretaba la mano del contrario, quien dirigió su mirada y una gran sonrisa como siempre. Claramente se traían algo, pero ninguno era capaz de decirlo, querían seguir con esa relación de "amigos con derechos que no sienten nada por el otro más que la necesidad de estarse besando y tocarse más de lo debido" pero claro, a la larga dejarían esto y tal vez, tendrían una relación seria.