Mas Allá Del Deseo. - Maluma y Tú

Capitulo #12 No creo volverte hacer daño

Bien.- Susurró

Quito la venda de mis ojos. Senti un hormiguero.

Si eran mis nervios, habia aceptado saber las consecuencias de algo que desconocia.

No estes nerviosa.- Besó mi frente. - No creo volverte hacer daño de ninguna manera. - Sonrió

Me encantaba como se veia, con esos boxer's rojos ajustados dejando imaginar más aya de todo.

Dirigi mi mirada hacia donde el se encontraba, el tenia una cuerda rosada amarrada de la cabecera de la cama en uno de los fierrillos frios color dorado.

Se concentraba en dejar los nudillos perfectamente atados para no tener que ajustarlos nuevamente después, podia notarlo ya que su ceño se fruncia al ver como ajustaba la cuerda alrededor de los fierrillos.

Ven aqui.- Dijo serio

Me puse de pie y camine hacia el. Exclamó

De nuevo, arrodillate.- Dijo con un tono intimidante. - Ahora. - Susurró en lo bajo

Si.- Temblé ante su voz amenazante

Estiro el cinturón que estaba amarrado en mis muñecas y empezó a nudarlo ala cuerda.

Después de varios minutos. Tenia al frente a Juan Luis incado frente ami, viendome con entendimiento a los ojos, mientras mis manos estaban elevadas en el aire, provocando que la cuerda estirada mis brazos cerca de los fierrillos donde esta se encontraba atada.

El tenia una expresion seria, intimidante, caliente a su misma vez.

Me ruborizé en pocos segundos.

Al ver como con su dedo pulgár derecho acariciaba mi labio inferior. Me relami el labio cuando su dedo me acaricio, se acercó ami y sus dientes estaban haciendo presión con mi labio inferior, mordisqueandolo salvajemente.

Arr.- Gruñi

Era doloroso, mordia fuerte. Saboreé el sabor a sangre que escurria de mi labio, era poca pero hiso que mi labio se tornara de un color rojo intenso, eso era por qué la sangre se acumulaba en ese mismo lugar.

Relamió su labio y exclamó.

Te vez preciosa asi.- Susurró caliente. - Atada de esa forma para mi, semidesnuda, y con el labio rojo gracias ami. Hace que te desee como un loco

Mis mejillas empezaron arder como si alguien me acercara una llama de fuego, ami piel. Sentia que quemaban de la timidez

Pero te vez aun más preciosa.- Sonrió. - Ruborizandote y sonriendo de esa manera. - Susurró. - Y es por qué yo lo provocó

Sonreí.

Te hare gritar _____.- Me miro serio. - Muchas veces, demasiadas que no sabras como expresarte. El cinturon hara que te lastimes cada que intentes jalar hacia el frente, la tela roñosa de el hara que arañe tus muñecas. - Susurró. - No es un dolor insoportable, pero si podras aguantarlo.

Tragué salibá. Me sentia atúrdida, mareada, sentia una corriente de energia y electricidad por la mitad de mi cuerpo, y en la otra mitad sentia un miedo atroz.

El dijo que no volveria hacerme daño. - Pensé - Mientras me repetia ami misma la misma frase que el me habia dicho, tratando de esconder mi miedo notorio, de alguna forma.

No me gusta hacerle daño alas personas.- Susurró. - Me gusta encontrar otro tipo de maneras de sentir placer mutuamente los dos. - Sonrió malicioso. - Tu haces que haga esto, te deseo de esta forma y miles más que conoceras conforme el tiempo pase. No tengas miedo nena. - Acarició mi mejilla. - No soy un sadico, pero esto te gustara. Probaras diferentes maneras de sentir excitacion, no solo de una.. si no de muchas. - Susurró en lo bajo. - Dejame tocarte como yo quiero, dejame disfrutarte como yo lo deseo, dejame hacerte mia las veces que yo quiera. - Se acercó ami, su lengua recorrió mi cuello hasta mi clavicula