♡Kimi Wa Dekinai Ko.♡ Bombwin.

2.

○♥○♥○

Porque de repente, ya no se sentía de la misma forma. Y su confusión aumentaba cada que pasaban los minutos. 

Y a pesar de que el cielo se encontraba oscuro, no le importaba llegar a las 12 de la noche a su casa. 

¿Por qué no simplemente dormir en el suelo? Parecía estar hecho solo para el. 

El simple hecho de estar tirado en el suelo le hacia un cobarde, o eso creía Darwin.

"Soy un estúpido niño inútil."

Repetía el pez en su rota mente. 

○♥○♥○

Caminaba un inútil pez por las desoladas y oscuras calles de Elmore. Se sentía tan extraño, como cuando sus padres biológicos le llevaban al parque. Tan satisfactorio, que le daba ganas de llorar.

Finalmente llego a casa, hecho mierda, pero vivo. Ahora estaba listo para lo que se venia.

Abrió la puerta de casa y lo primero que recibió fue un agarre de muñeca por parte de su "madre", para luego ser tirado a la habitación que compartía con su hermano.

— Te quedas sin cenar. Los fracasados no llegan tarde a la cena. — Fue lo único que dijo su madre para luego azotar la puerta. —

Y todo vuelve a su "normalidad".

Prosiguió a sacarse sus sucios zapatos y dejarlos debajo de la cama de su hermano, pero al mirar hacia arriba, se asusto al presenciar a su hermano mirándole con una pequeña sonrisa  desde la silla de su escritorio. 

— ¿Qué tal tu día? Inútil. — Rio arrogante levantándose de su silla mientras se acercaba a su hermano, para luego darle tres golpecillos nada amistosos en su cabeza.— Disculpa por haberles dicho que dijiste que todos ellos eran unos maricones. — Breve pausa. — Pero los dos sabemos que realmente no me estoy disculpando. — Rio por ultima vez, para luego acostarse en la litera de abajo. —

Darwin solo quedo mudo mientras comenzaba a desvestirse para luego ponerse algo mas cómodo.  Era hora de dormir.

— Buenas noches, Gum. — Fue un tanto silencioso, pero aun oíble, a lo que su hermano simplemente chasqueo la lengua. —

(○♥○♥○)

— Hey, tonto. Es hora de ir a la escuela. — Aquella voz le daba muchas sensaciones, y una de ellas era impotencia. —

El pez abrió sus ojos y miro a su hermano el  cual le miraba con fatiga y algo de desprecio. Todo habitual.  

— Buenos días.  — Saludo con una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios melocotón. —

Su hermano simplemente rodeo los ojos y bajo las escaleras de su litera. 

La mañana comenzaba para Darwin, pero de distinta manera. Ya no había tiempo de pensar.

(○♥○♥○)

Ya alistado bajo tranquilamente las escaleras hasta toparse con su hermana Anais, la cual le saludo con una mano mientras sonreía. 

— Buenos días.  — Saludo el pez a todos los presentes en la planta baja, los cuales le miraron.

— Hola hijo.  — Dijo un conejo amablemente, su "padre". —

La madre del pez simplemente le miro y le entrego su almuerzo para hoy, para recibir un agradecimiento por parte del pez.

—  Vallan, se les hace tarde. — Les ordeno la madre a sus hijos.—

Finalmente salieron de casa y tomaron el autobús hasta que les dejara en la escuela. Darwin como de costumbre se sentó solo, en los últimos asientos. El camino se volvía cada vez mas aburrido, o quizás era el mismo pez que se volvía aburrido.

— Hola, Darwin tonto. — Saludo "cortésmente" la nube de nombre Masamie. — ¿Viste lo bien que quedan esas dos palabras juntas? Te ves bien, de seguro te metiste con los bravucones otra vez. — Y la chica de nube siguió hablando sola, porque realmente Darwin hizo de cuenta que había una pared entre ellos dos. — ¿Mmm? ¿Me estas escuchando inútil? — No hubo respuesta. —¡Hey! — La chica tomo del cuello al pez, pero este aprovecho que habían llegado a la escuela. Puso una mano suya en la cara de la chica, para luego salir corriendo del autobús. — ¡VUELVE AQUI IDIOTA! — Grito histéricamente mientras sentía su cuerpo cambiar a gris tormenta.  —

Gumball vio todo aquello con una sonrisa.

(○♥○♥○)

El pez corría por los pasillos de la escuela ya agitado, estaba realmente harto de esto. Correr sin mirar a donde fue lo que mas lamento. 

Dos cuerpos se chocan y cae el mas débil. Pero grande fue la sorpresa del rizado al ver quien le choco.

"Es el... El chico de ayer."

Sus ojos se abren grande, mirándole fijamente. El mayor le mira con confusión unos segundos.

— ¡VUELVE AQUI MOCOSO!  — Se escucha desde otro pasillo, alertando al rizado. —

Las miradas se ven cesadas por aquella molesta adolescente de gris. Darwin se levanta del suelo y rápidamente pide perdón al mas alto para luego desaparecer entre los pasillos, siendo observado por el gris. 

(○♥○♥○)